El agua es un recurso considerado renovable que resulta de procesos naturales como el ciclo hidrológico que versa de una serie de etapas. A groso modo, el agua almacenada en la atmósfera será transportada hacia la tierra y viceversa mediante su movilización de un “reservorio” a otro a través de procesos tales como la condensación, evaporación y precipitación. Cabe resaltar, que reservorio es toda formación hídrica natural como los océanos, lagos, ríos y demás.
El ciclo hidrológico es posible por la intervención de dos agentes: el sol y la gravedad terrestre. El primero es indispensable para el desarrollo del proceso de evaporación, cambio del estado líquido del agua a uno gaseoso, debido a la energía que se obtiene de la referida estrella. El segundo causa que el agua condensada en nubes, tras el proceso de evaporación, descienda en forma de lluvia a la tierra ocasionando los procesos de las precipitaciones y del escurrimiento [1].
Si bien el agua fue llamado un recurso renovable a lo largo de nuestra historia, tal definición ha sufrido cambios irreversibles. Hoy, se expone la existencia de una crisis por el agua potable dado el registro de la pérdida acelerada de este recurso en varias regiones del mundo. Crisis generada, principalmente, por las consecuencias de su uso desmedido para actividades económicas y por la contaminación hídrica.
I. ¿Qué es la contaminación hídrica?
Se entiende por contaminación hídrica a la acumulación de sustancias químicas y no químicas de densidad distinta a la densidad natural del agua que genera que este recurso no mantenga las condiciones idóneas para su uso o consumo [2]. La Organización Mundial de Salud (OMS) trata al producto de esta contaminación como “agua contaminada” pues tal es el impacto de estas sustancias en la composición del agua que la convierte en inservible.
Algunas de las fuentes de contaminación hídrica devienen de actividades que emplean productos que contienen bacterias, fertilizantes, fosfatos, plásticos y/o sustancias radiactivas. Incluso, pueden no cambiar cualitativamente al agua en cuando a su aspecto, sino, disminuyen su calidad desde su composición [3]. Por ello, en la actualidad se realizan distintos análisis químicos que testean la composición de la muestra de una fuente hídrica para determinar su calidad.
II. ¿Cuáles son las causas de la contaminación hídrica?
Es necesario precisar que existen distintos agentes de contaminación tanto naturales como aquellos suscitados por el hombre. Por ejemplo, un agente natural contaminante es la actividad volcánica [4] y su emisión de gases disueltos como el dióxido de carbono (CO2) que afectan la calidad del agua. No obstante, tomando en consideración que los agentes contaminantes más lesivos para este recurso son aquellos que provienen de la actividad humana, nos remitiremos centralmente a dos de ellos: el calentamiento global y la deforestación.
El calentamiento global juega un papel relevante en la contaminación hídrica debido al aumento progresivo de la temperatura terrestre, dada las emisiones de CO2, que calienta la temperatura del agua y disminuye los niveles de oxígeno en ella. Es decir, el aumento de la temperatura del agua de las fuentes hídricas acrecienta la variabilidad del ciclo hidrológico y, por ende, obstaculiza la moderación de la disponibilidad natural del agua. Esto recrudece la escasez de agua apta para el consumo en las regiones del mundo y, en consecuencia, amenaza a la fomentación del desarrollo sostenible [5].
Por otro lado, la deforestación o la tala indiscriminada de bosques acarrea el agotamiento de fuentes hídricas porque engendran la erosión del suelo de la zona deforestada. Esto representa un alto riesgo para el mantenimiento de la flora y fauna del lugar ya que, no habrá posibilidad alguna de recuperar el ecosistema habido. Los bosques habilitan la efectuación del proceso de escurrimiento del agua que sirve para la movilización de este recurso hacia las distintas regiones del mundo. Asimismo, son de suma importancia porque regulan el balance hídrico del suelo mediante índices como la aridez de la zona, la disponibilidad del agua y el avance del balance hídrico per se a razón de la precipitación [5]. Y es que, el balance hídrico se acoge de estos índices para fijar si es que existe la suficiente disponibilidad natural de agua para originar vida silvestre en la zona, proveyendo de los elementos necesarios para la subsistencia humana.
III. ¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación hídrica?
Es imperativo tener en claro que el agua potable es un factor clave para el crecimiento económico, por lo que, las consecuencias de esta contaminación impactan negativamente no solo en el medio ambiente o en la salud de la población; también, en el ámbito económico. Así, la demanda biológica de oxígeno que parte de contaminación hídrica muestra que cuando supera un cierto umbral, el Producto Bruto Interno (PBI) de varias regiones cae [3].
En lo que respecta a las consecuencias en el medio ambiente, tenemos a la obstrucción de la cadena alimenticia, la desaparición de fuentes hídricas, la destrucción de la biodiversidad [3], la disminución de la calidad del agua, entre otros.
IV. Acerca de las desapariciones de fuentes hídricas
Las desapariciones de fuentes hídricas que antes eran vistas como un escenario distópico, ahora son una realidad. El trasfondo de esta problemática se ramifica en distintos aspectos pues no solo encuentra su origen en el calentamiento global o en la deforestación, incluye a otros factores como el crecimiento urbano o los desastres ambientales ocasionados por el hombre [6].
Otros aspectos que influyen son la falta de interés en incentivar políticas eficientes que resguarden el manejo y conservación del agua, o la mala gestión administrativa de actividades que tratan directa o indirectamente con fuentes hídricas. Esto último se ve reflejado en aquellos actos administrativos que supervisan el proceder de actividades económicas como la agricultura, ganadería o industrias, actividades que representan estadísticamente a los agentes que reincidentemente aportan a la contaminación hídrica y, por ende, a la desaparición de fuentes de agua potable. Sin embargo, se ha demostrado que pese a los intentos por entablar regulaciones íntegras formalmente, dichas actividades afectan desmedidamente la calidad del agua mediante otras formas. Un ejemplo de ello viene a ser la minería ilegal y su insuficiente fiscalización en nuestro país.
No está de más afirmar que la crisis del agua asegura un futuro lleno de disputas entre políticos y mandatorios que busquen sacar el mayor provecho a favor de sus beneficiarios pues estamos ante la pérdida progresiva de la fuente que nos permite subsistir.
V. Conclusiones
La contaminación hídrica es una responsabilidad compartida de generaciones pasadas y aquellas que hoy en día se encuentran desarrollando. Las fuentes hídricas aptas para el consumo humano fueron un recurso renovable y constante pero hoy todo ha cambiado. Se presagia una gran catástrofe. La desaparición de estas fuentes hídricas es una muestra de lo que va a acarrear el cambio climático a futuro, sin embargo, no estamos prestando verdadera atención a la magnitud de lo que implica.
No tener acceso a una fuente de agua potable frustraría la realización de acciones cotidianas como cocinar, asearnos o hasta regar nuestras plantas. De igual manera, las industrias ganaderas y agrícolas se enfrentarían a un nuevo obstáculo: invertir grandes cantidades de dinero para implementar mecanismos que puedan potabilizar agua no potable para continuar con sus actividades productivas. Además, comunidades que hoy no tienen acceso a agua potable se verían imposibilitadas en su totalidad de obtener tal servicio básico.
Finalmente, no debemos de olvidar que la protección y consumo sostenible del agua es un Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que propone incorporar el valor de la resiliencia en la protección de los recursos naturales que habitan en los territorios de las distintas regiones del mundo a través de las acciones de conservación y preservación del agua.
VI. Referencias bibliográficas
[1] Cartilla Técnica: Ciclo Hidrológico. (2011). En Foro Peruano para el Agua – GWP Perú (ISBN: 978-9972-602-77-1). Sociedad Geográfica de Lima. Recuperado 15 de marzo de 2023, de https://www.gwp.org/globalassets/global/gwp-sam_files/publicaciones/varios/ciclo_hidrologico.pdf
[2] ¿Qué es la contaminación hídrica? (2021, 2 junio). #GreenBlog. Recuperado 16 de marzo de 2023, de https://ecolec.es/greenblog/actualidad/que-es-la-contaminacion-hidrica/
[3] La contaminación del agua: cómo no poner en peligro nuestra fuente de vida. (s. f.). Iberdrola. Recuperado 17 de marzo de 2023, de https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/contaminacion-del-agua#:~:text=Los%20principales%20contaminantes%20del%20agua,resulte%20invisible%20en%20muchas%20ocasiones
[4] Santamaría Elola, C. (2021, 23 septiembre). Cómo afectan las erupciones volcánicas a la calidad del agua. The Conversation. Recuperado 16 de marzo de 2023, de https://theconversation.com/como-afectan-las-erupciones-volcanicas-a-la-calidad-del-agua-168627
[5] Compendio Agropecuario: Observatorio Agroambiental y Productivo. (2012). Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. https://www.bivica.org/files/compendio-agropecuario.pdf
[6] Burbano, E., Martín, S., Burbano, S., Jiménez, K., & Fajardo, L. (2020). Desaparición de Fuentes Hídricas. Universidad Santo Tomás