La lucha contra las pruebas en animales se vuelve glamourosa y política: “Legalmente Rubia 2” y su importante mensaje medioambiental en la década de los 2000

Escrito por Fiorella Almanza, miembro del Consejo Editorial de Conexión Ambiental

Elle Woods logró cosas que tal vez parecían inalcanzables para el cliché de mujer rubia estadounidense en la década del 2000: ser admirada y reconocida por su inteligencia y profesionalismo al poder realizar impactos históricos en el sistema jurídico. En este caso, se le añadiría un hito más que logró este personaje: poder poner en el foco del reflector al derecho ambiental, cuando este recién empezaba a ser relevante y conocido en la sociedad estadounidense. A modo de introducción, “Legalmente Rubia 2: más rubia que nunca” es una película estadounidense del año 2003 dirigida por Charles Herman-Wurmfeld [1]. Valga la redundancia, la película es una secuela a “Legalmente Rubia” del año 2001, donde continúa la historia de Elle Woods cuando se gradúa de Harvard con honores y entra a trabajar a una prestigiosa firma de abogados en Nueva York, superando todas las expectativas que tenían de ella y demostrando que la inteligencia y el glamour no son características excluyentes. Una vez egresada de la carrera de Derecho en Harvard, ella se dirige directamente a las grandes ligas políticas motivada por el sufrimiento de la madre de su chihuahua mascota, Bruiser. Acorde a lo que nos muestra la película, la madre de Bruiser está internada en un laboratorio de pruebas animales llamado V.E.R.S.A.C.E, donde era sometida a ensayos clínicos para probar productos en ella antes de que estos salgan al mercado, con el fin de comprobar su salubridad y uso seguro en humanos. Cuando este problema llega a ojos de Elle, ella usa su preparación jurídica y conexiones políticas para poder lograr un cambio en la legislación estadounidense al querer introducir una nueva norma que declare ilegales las pruebas en animales. A continuación, se va a examinar por qué es que la película “Legalmente Rubia 2” un hito en la lucha contra las pruebas en animales y por el respeto a su derecho a tener una vida digna.

En un primer momento, Elle Woods tenía el deseo de poder liberar únicamente a la madre de su chihuahua, pero tras pensar la situación mejor, decide modificar completamente la situación para todo el resto de animales, comprendiendo que la ley no es solo agresiva hacia sus propios intereses sino que para todos los animales, como lo refleja en la siguiente cita de la película: “Ya no se trata de la mamá de Bruiser, se trata de el hecho de que cada día que uso mi rubor en polvo luminiscente, otro animal inocente puede estar sufriendo por eso”. Y por tal motivo, abandona el estudio de abogados donde ella trabaja y donde se rehusaron a apoyarla en su cometido, y se dirige a Washington con el fin de modificar la norma dentro del Congreso. A sabiendas de que el proceso de modificación de normativa es complejo por la necesidad de tener fuertes influencias, y aún más a principios del S.XXI [2], Elle pone todo su esfuerzo y usa sus habilidades jurídicas y de carisma para lograr destacar en el parlamento y conseguir que tanto diputados como senadores puedan apoyar su moción, llegando a forjar lazos amicales con varios de ellos sea por motivaciones políticas o motivaciones aparentemente banales como el romance de sus perros y vínculos de sororidades universitarias. Aparte, no solo se confía de las influencias que va ganando dentro del Congreso, sino que investiga a profundidad el tema en aspectos técnicos y formula un plan con objetivos claros, mención de pruebas fehacientes cualitativas y cuantitativas del maltrato que viven los animales en los laboratorios, y demuestra que no es ni idónea ni necesaria la prueba en animales como un método de comprobación de salubridad de productos de maquillaje. Tras una ardua indagación, llega a formular la “Bruiser’s Bill” (en español, Ley Bruiser) como una ley que prohibirá a nivel federal a las pruebas en animales como un método de comprobación de seguridad en productos comerciales. Por tanto, se refleja claramente cómo es que la protagonista tiene un fuerte deseo y un plan eficaz para lograr darle voz a todos los animales que sufren en laboratorios.  

Un problema que enfrenta Elle Woods de manera constante, es que incluso cuando ya tiene influencias fuertes en el Congreso y su plan está correctamente fundamentado, aún tiene que afrontar a los lobbys y las agrupaciones de representantes que se encuentran en contra de la propuesta de la protagonista, por lo que no le basta el conseguir influencias de lugares clave como el sur de Estados Unidos, sino que también tiene que hacer público su pedido para recibir apoyo de la sociedad civil y que esta influencia en la aprobación de la ley en el Congreso estadounidense.  Y tras recibir apoyo de sus amigas de la sororidad Delta Nu para poder difundir su la Ley Bruiser, ella logra el apoyo suficiente para poder defender los derechos animales y detener las pruebas en ellos, como menciona su amigo Wellington en una de las escenas, refiriéndose a ella: “Una voz honesta es más fuerte que una multitud”. Finalmente, a pesar de tener que enfrentar a los lobbys de las empresas relacionadas al rubro de maquillaje o de las pruebas en animales, el proyecto pasó las barreras burocráticas y parlamentarias y consiguió ser aprobado, con lo que la experimentación en animales quedó prohibida a nivel federal.

¿Qué es lo que nos enseña esta película? Ciertamente, que el hacer política en Estados Unidos es un proceso complejo y que se ve fuertemente influenciado por intereses personales y lobbys que confluyen para inmiscuir sus intereses en la agenda parlamentaria. Sin embargo, considerando la época en la que se hacía la película y lo poco conocido que era el tema en Estados Unidos, el hecho de que hayan resaltado que la experimentación en animales sea una de las temáticas centrales de la película y la motivación de la advocacia política de la protagonista es un hito sumamente importante para la causa, ya que recibe atención pública y además expone la realidad de la problemática. Asimismo, la Ley Bruiser y su discusión en la película exponen los abusos que sufren estos animales cuando son internados en laboratorios, dado que el alcance de esta ley y las especificaciones legales que contiene podrían perfectamente ser implementadas en el ordenamiento estadounidense para lograr que la experimentación en animales sea una práctica científica prohibida. Por tanto, la película no dramatiza ni minimiza la situación, se limita a exponer tal cual es e incluso abarca discusiones como la idoneidad y necesidad de las pruebas, el cual es un tema que recientemente ha sido planteado en la esfera pública, y por eso el mensaje ambiental es tan relevante a día de hoy [3]. Además, el hecho de que la película tenga un formato ameno y pueda ser considerada una comedia hace que tenga una mayor audiencia comparada a un documental o un cortometraje respecto a la problemática, por ende se puede decir que el formato se presta para que pueda difundirse mejor entre la sociedad estadounidense, por lo que es seguro poder decir que Legalmente Rubia 2 es una de las primeras películas en tocar temas medioambientales con seriedad pero con un ritmo ligero y representando de manera acertada y respetuosa a la problemática de las pruebas en animales. 

Lamentablemente, no podemos afirmar que existe una cosa tal como la Ley Bruiser a nivel federal en Estados Unidos, puesto que la prohibición expresa de la experimentación en animales en el rubro cosmético no existe, y a pesar que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) haya aclarado que no son necesarias las pruebas en animales y debe mantenerse un mínimo de control en las instalaciones de experimentación para salvaguardar la dignidad del animal, este control excluye al 95% de las especies que en este momento están siendo usadas como sujetos de prueba para productos cosméticos [4].  Del mismo modo, el hecho de que no sean obligatorias las pruebas en animales para vender un producto cosmético en Estados Unidos es una cuestión discutible, ya que eso solo abre campo a que las empresas opten por productos libres de crueldad o completamente veganos, pero aún deja abierta la posibilidad de que pueda importarse o pueda producirse en suelo estadounidense, pese a que se ha demostrado que las pruebas libres de crueldad son más baratas [5]. Sea por miedo de los consumidores a productos que no han sido probados en animales previa su venta, o el hecho de que las empresas que conducen las pruebas tienen intereses personales el mantenimiento de la experimentación en Estados Unidos, es definitivo que aún no existe una Ley Bruiser o algo mínimamente semejante a dicha ley, lo que refleja que la película bien puede estar adelantada para su época, o nosotros estamos atrasados para la sociedad que la película y Elle Woods reflejan.

El hecho de que una abogada rubia, amante del rosa, y exorbitantemente femenina haya podido hacer historia en la política estadounidense a pesar de tener fuertes estereotipos sociales afectando su imagen y a congresistas así como lobbys poderosos en su contra, es un hito admirable y es aún más valioso que esta historia haya sido difundida masivamente en su época, ya que ayudó a darle atención a esta problemática y a que asociaciones de animales y defensoras del medio ambiente se interesen por la experimentación. Asimismo, el abordaje de la película respecto al tema en cuestión no se ha prestado a la comedia ni la dramatización, sino que siempre se mantuvo la seriedad que la experimentación en animales amerita, lo cual hace que sea aún mayor el valor de este largometraje. Pese a no ser un mensaje explícito para el espectador promedio que ve la película con un mayor interés por el crecimiento de Elle o por su audacia al momento de resolver problemas, el mensaje medioambiental que da “Legalmente Rubia 2” no debe ser desestimado meramente por ser proveniente de un comedia chick-lit; es un mensaje que debe ser atendido y difundido incluso en coyunturas actuales cuando la experimentación animal se encuentra en el ojo de la tormenta.

Bibliografía:

[1] IMDb (2003). Legally Blonde 2: Red, White and Blonde. Recuperado el 21 de mayo del 2021 en: https://www.imdb.com/title/tt0333780/

[2] Smith, Richard (1994). Advocacy, interpretation and influence in the U.S Congress. Recuperado el 21 de mayo del 2021 en: https://www.jstor.org/stable/1961248?seq=1

[3] Asimow, Michael (s.f). Legally Blonde 2: Could a dumb film be good for us?. Recuperado el 27 de mayo del 2021 en: https://cap-press.com/sites/pj/blonde2_asimow.htm#:~:text=In%20Legally%20Blonde%202%2C%20Elle,captive%20of%20a%20cosmetics%20company.&text=When%20she%20suggests%20that%20the,is%20fired%20on%20the%20spot.

[4] Animal Legal Defense Fund (s.f). Federal laws and agencies involved in animal testing. Recuperado el 28 de mayo del 2021 en: https://aldf.org/article/federal-laws-and-agencies-involved-with-animal-testing/#:~:text=The%20Animal%20Welfare%20Act%2C%20or,minimal%20protections%20for%20the%20rest

[5] Humane Society (s.f) Cost comparisons: animal testings vs. in vitro alternatives. Recuperado el 28 de mayo del 2021 en: https://www.humanesociety.org/sites/default/files/archive/assets/pdfs/animals_laboratories/cost_animal_testing.pdf

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