Escrito por Fiorella Almanza, miembro del Consejo Editorial de Conexión Ambiental
Ante la inminente pérdida del comercio exterior a raíz del próximo agotamiento del petróleo, en años recientes, el enfoque económico de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) ha ido cambiando, y una economía que antes estaba centrada en la explotación, procesamiento y venta de recursos energéticos, hoy en día está más enfocada en el turismo. Para tal fin, aparte de construir hoteles espectaculares y una ciudad atractiva para el turista, la construcción de islas artificiales también fue un atractivo importante para acrecentar el valor turístico del emirato. Sin embargo, cabe considerar que la construcción acelerada y ambiciosa de estas islas, a pesar de poder causar efectos económicos positivos para el país, también puede resultar en consecuencias ambientales que afecten los recursos hídricos y la biodiversidad de la ciudad.
A modo de introducción: la naturaleza de las islas, la composición de las mismas y el alcance final del proyecto
El proyecto de islas artificiales en Dubái empezó en la década de los 2000, y llegó a concretarse a finales de la misma década a causa de la complejidad y tamaño de la primera isla, Palm Jumeirah. Pese a que había dos proyectos más de islas en forma de palmera, ambos tuvieron que suspenderse a causa de la recesión económica del 2008[1]. No obstante, para este punto, ya habían serios cuestionamientos hacia la construcción de Palm Jumeirah, puesto que, a pesar de la cantidad de estudios realizados, los cambios al paisaje marino y el impacto a la biodiversidad era tan notorio que tanto los residentes del área del tronco y ramas pudieron notar patrones de cambio de marea, viento y cada vez menos animales marinos en el área.
Asimismo, cabe resaltar que, a pesar de la recesión, varios de los proyectos como las islas The World reanudarán su construcción. Ante ello, cabe cuestionarse cuáles podrían ser las consecuencias ambientales ante al menos dos archipiélagos artificiales adicionales que, de por sí, son perjudiciales para la vida y paisaje marino [2]. En este ensayo, se analizará cómo es que se percibieron los efectos ambientales negativos de la primera y única isla finalizada, Palm Jumeirah, a pesar de los múltiples estudios y previsiones tomadas antes y durante la construcción. Considerando dicha isla y los proyectos planificados a futuro, se intentará evaluar qué tan ambientalmente viable será la construcción de estas islas a corto, medio y largo plazo.
Fuente: Emirates 24/7
Sobre Palm Jumeirah y su impacto ambiental
El Golfo Pérsico, donde están ubicadas las islas artificiales, posee uno de los paisajes marítimos más atractivos de la región del Oriente Medio a raíz de la biodiversidad y usos turísticos del mar. No obstante, esta área es especialmente vulnerable por la fragilidad del mismo ecosistema y las condiciones climáticas especiales. Asimismo, dada la presencia de arrecifes de coral, se deben llevar a cabo medidas de protección especiales para no perjudicar la temperatura y niveles de salinidad del agua. Por ende, para la construcción del archipiélago Palm Jumeirah se hicieron una serie de estudios preliminares que ascienden a más de cien evaluaciones tanto de impacto ambiental como de estructuración urbanística, puesto que la isla iba a albergar zonas residenciales y hoteles de lujo [3]. Con el fin de salvaguardar y prevenir daños ambientales, la construcción se realizó usando arena y piedras como materiales principales.
Pese a ello, los túneles que conectan al archipiélago fueron construidos usando fuertes cantidades de concreto, acero y hormigón, lo que representaba una fuerte disrupción a la biodiversidad y la marea, al ser una fuerte masa sumergida en medio del golfo [4]. Asimismo, dado que el archipiélago de Palm Jumeirah estaba compuesto por la palmera en sí y una media luna que actuaba como barrera de olas, hubo una cuestión de agua estancada que tuvo que solucionarse con un sistema avanzado de drenaje y circulación acuática. A pesar de las precauciones tomadas, los estudios y el material empleado para la construcción, la existencia per se de la isla ha sido catalogada como perjudicial para el Golfo Pérsico a raíz de detección de cambio de mareas, persistentes problemas de estancamiento y zonas con agua eutrofizada, y consecuencias negativas sobre la biodiversidad marítima.
La construcción de Palm Jumeirah ha ocasionado consecuencias ambientales severas en términos de afectaciones al clima, viento y marea de la costa entera de Dubái, puesto que la isla ha actuado como un impedimento para el tránsito normal del viento y el ciclo de las mareas en las costas del emirato, lo cual ha tenido consecuencias directas sobre el sedimento y las playas, que están cada vez más erosionadas [5]. Acorde a estudios, las playas de Dubái naturalmente pierden de 10 000 a 15 000 metros cúbicos de arena anualmente, razón por la cual las playas están equipadas con fuertes barreras de acero y piedra para evitar su desaparición.
Con la llegada de Palm Jumeirah, al ser la construcción y las edificaciones sobre la misma disruptivas con el flujo del viento, la marea y, por ende, el ritmo de erosión y depósito del sedimento marítimo, 40 kilómetros de arena han sido desplazados durante el último quinquenio [6]. El problema más fuerte que ocasiona la erosión excesiva de sedimentos radica en el hecho de que el gobierno de Dubái colocará barreras más hostiles y en mayor cantidad a lo largo de la costa para mitigar el daño, y dichas barreras son perjudiciales tanto para los bancos de peces que habitan en el Golfo Pérsico como para los arrecifes de coral de la zona. Por lo tanto, dichos factores que afectan la pérdida de sedimentos, a la vez, causa como efecto secundario la construcción de barreras hostiles en áreas marítimas frágiles per se.
Por otro lado, la construcción de la media luna sobre el archipiélago en forma de palmera ha sido materia de preocupación por los ingenieros del proyecto dado que, si bien la media luna es una barrera contra la marea, ésta dificulta el flujo del agua en la zona, lo cual potencialmente causaría eutroficación (acumulación de algas sobre la superficie del agua), por el estancamiento de agua y acumulación de nutrientes. En un primer momento, el método para ayudar al flujo de agua a seguir su curso natural fue el equipamiento de turbinas que promuevan el movimiento del agua en el área de la media luna, y promover que el agua marítima circule sin estancarse en determinados lugares. No obstante, dada la gran actividad humana tanto turística como residencial entre la media luna y las islas que conforman la palmera, es inevitable que los residuos ocasionen que el agua reciba fósforos y nitratos de forma excesiva haciendo que los químicos se tornen contaminantes. Sumado al escaso alcance que tienen las turbinas sobre la bahía de la medialuna, se ha reportado que áreas medianas en la bahía han sufrido de procesos de eutroficación, los cuales, además de ser desagradables para los residentes, también conforman un peligro latente para la biodiversidad, ya que el crecimiento de algas impide la llegada de luz solar a las especies de flora y fauna [7].
Fuente: PropGoLuxury
La escasa luz en áreas submarinas ocasiona que, lentamente, las plantas marítimas no tengan una fuente de luz, y al agotarse las plantas, las demás especies empezarán a morir a causa de la falencia presentada en la cadena alimenticia. Por ende, a causa de la construcción de Palm Jumeirah se presentan una serie de consecuencias medioambientales severas que llegan a desambiguar en la pérdida de biodiversidad y perjuicio al paisaje marino [8]. Si bien se observan consecuencias graves en la pérdida de biodiversidad, la consecuencia más grave en términos de pérdida de especies de flora y fauna se puede observar en la reducción drástica de los arrecifes de coral desde las etapas tempranas de construcción de Palm Jumeirah.
A raíz de condiciones climáticas óptimas como niveles de salinidad estables y aguas cálidas, el Golfo Pérsico es uno de lugares privilegiados de tener arrecifes de coral en su ecosistema. Sin embargo, los arrecifes de coral se caracterizan por ser una especie sumamente frágil y vulnerable ante el cambio climático y alteraciones en su hábitat, puesto que aquellos cambios ocasionan blanqueamiento coral, el cual ocasionará la muerte de los corales a corto plazo.
Una vez iniciada la construcción de las islas, se dio la colocación de roca y arena a gran escala en áreas aledañas a los arrecifes de coral del Golfo Pérsico. Era evidente que la construcción iba a perjudicar al coral debido al excesivo material implantado en el mar, las variaciones en los niveles de salinidad del agua, y el incremento de actividad que causaría un cambio de temperatura marítima. Durante las semanas siguientes a la primera colocación de materiales, denuncias de entidades ambientales motivaron a la investigación del estado del arrecife de coral y se descubrió que una parte de ellos habían sido enterrados bajo la gran cantidad de material colocado. Considerando que la población de arrecifes de coral saludable está en descenso a raíz de los constantes derrames de petróleo propios de la principal actividad económica de la región, la construcción de Palm Jumeirah y, sobre todo, el avance de las obras aun cuando no se tenía la aprobación definitiva del estudio de impacto ambiental, fueron factores que detonaron la pérdida masiva de esta especie, la cual a día de hoy se encuentra en severo peligro alrededor del mundo a causa del cambio climático [9].
Si bien los responsables del proyecto asumieron su responsabilidad frente a los sucesos ocurridos que dañaron los arrecifes de coral de forma irreversible, será complejo retornar al anterior estado de la especie, ya que la misma llega a una fase de madurez tras años de crecimiento en un entorno saludable para su desarrollo. En aras de resolver la problemática surgida a causa de la actividad de construcción, los responsables ofrecieron soluciones a corto y largo plazo para resolver la problemática ambiental.
La primera solución radica en la reubicación de los arrecifes de coral a un área más estable dentro del mismo Golfo Pérsico, la cual permitiría un crecimiento de tales especies sin disturbios, y haría que el desarrollo de los siguientes proyectos no perjudique más arrecifes de coral [10]. Sin embargo, dicha medida ha sido cuestionada, ya que el traslado de organismos tan grandes y tan frágiles no es sencillo ni probable si el propósito es hacer que el arrecife llegue sano al punto de destino, puesto que los arrecifes a trasladar han sido previamente dañados, y necesitan un tiempo de recuperación antes de estar en capacidades de poder ser trasladados de ubicación.
Por otro lado, una medida complementaria propuesta fue el establecimiento de un área protegida específicamente de arrecifes de coral, y que la misma sea subvencionada con una cantidad de dinero equivalente al depósito diario de un lingote de oro hasta que los arrecifes de coral alcancen madurez [11]. A día de hoy, una porción del arrecife de coral logró ser trasladado a un punto alejado de la zona donde se planificaba colocar a los siguientes proyectos de islas artificiales, y ha venido creciendo satisfactoriamente durante los últimos años. Sin embargo, queda en duda si la recuperación se ha dado por las medidas mitigadoras y preventivas del daño, o por la suspensión de construcción de islas entre 2010 y 2018, dada por la recesión económica a nivel nacional.
Fuente: The National
Proyectos a futuro
Pese a que los proyectos se detuvieron en 2010 tras la finalización de Palm Jumeirah y la reducción de área planificada para Palm Deira, los planes se han retomado en 2018 con proyectos menos ambiciosos, pero viables en mediano y largo plazo. En primer lugar, el proyecto original que incluía la construcción del archipiélago The Universe y la ciudadela que acompañaría a Palm Deira quedó descartado, pese a ello, el proyecto más ambicioso llamado The World siguió en pie. Este último proyecto contempla la construcción de un archipiélago de trescientas islas que pretende resemblar la imagen del mapa mundi, y que en este archipiélago se desarrollen actividades propias de cada país, por ejemplo, la realización de un Oktoberfest en la isla que representa a Alemania. Además, también se contempla la construcción de un nuevo archipiélago llamado Dubai Waterfront destinado a ser un archipiélago residencial que duplique el tamaño de Washington D.C [12].
A pesar de que los proyectos se vean sumamente prometedores y representan un gran avance tecnológico en materia de recuperación de tierras al mar, cabe cuestionar si realmente serán beneficiosos a largo plazo más allá de la utilidad turística o la belleza paisajística, puesto que al cuadruplicar el tamaño de Palm Jumeirah, las consecuencias ambientales de la construcción de dichos archipiélagos también superaran a las causadas por Palm Jumeirah, las cuales han sido mayúsculas y graves de por sí para la región, los residentes y la biodiversidad [13]. Se tiene que tomar en cuenta que, solo con la construcción de Palm Jumeirah y los inicios de Palm Deira, se observó un decaimiento en la calidad del agua del Golfo Pérsico por la alta concentración de material de construcción, el cual afectaba a las ostras ubicadas en el suelo marítimo. Queda en tela de juicio si Dubái podrá seguir siendo una ciudad mínimamente sostenible a largo plazo si se sigue priorizando el desarrollo económico antes que las políticas ambientales seguras.
Fuente: Ripley Believes
A modo de cierre
En el año 2007, en el que se terminó la construcción de Palm Jumeirah, Dubái fue catalogada como una de las ciudades con la huella ecológica más grande del mundo [14]. A día de hoy, la asunción y mejora de iniciativas de remediación y mitigación ha facilitado la recuperación del Emirato. Sin embargo, con el regreso de los proyectos de islas y tras el final de la recesión económica que hizo que se diera la suspensión del proyecto, nuevamente se ha vuelto a cuestionar a Dubái por la construcción de islas consideradas ambientalmente insostenibles por parte de organismos internacionales como World Wildlife Fund (WWF), y que además han estado envueltas en controversias a causa de ser contaminantes y perjudiciales incluso años después de su construcción. Es importante considerar que siempre es preferible la prevención a la mitigación del daño, y no se sabe hasta qué punto se podría mitigar un daño ocasionado por proyectos de archipiélago tan ambiciosos como los que se vienen planeando hoy en día.
Bibliografía:
[1] Petti, Alessandro (2008). Dubai offshore urbanism. Recuperado el 24 de noviembre del 2020 en: https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=7Fp9AgAAQBAJ&oi=fnd&pg=PA287&dq=dubai+artificial+islands&ots=hMMKb9Mr5j&sig=NGIniPHzltid_Sw7VIvS7ikfYB8&redir_esc=y#v=onepage&q=dubai%20artificial%20islands&f=false
[2] Narayana, Saranya (s.f). Why are Dubai’s man-made islands still empty? Recuperado el 24 de noviembre del 2020 en: https://medium.com/@Saranya.NarayanaMoorthy/why-dubais-man-made-islands-are-still-empty-29bf65f54631
[3] Gibling, Colin (2013). Construction Process and Post-Construction Impacts of the Palm Jumeirah in Dubai, United Arab Emirates. Recuperado el 24 de noviembre del 2020 en: https://fac.arch.hku.hk/asian-cities-research/wp-content/uploads/dubai_impacts-study.pdf
[4] Salahuddin, Bayyinah (2006). The Marine Environmental Impacts of Artificial Island Construction: Dubai, UAE. Recuperado el 25 de noviembre del 2020 en: https://dukespace.lib.duke.edu/dspace/bitstream/handle/10161/104/salahuddin?sequence=1
[5] Haro, Alexander (2016). Dubai ‘s Man-Made Islands for the Super Rich are Reportedly Sinking Back into the Sea. Recuperado el 25 de noviembre del 2020 en: https://www.theinertia.com/environment/dubais-man-made-islands-for-the-super-rich-are-reportedly-sinking-back-into-the-sea/
[6] Salahuddin, Bayyinah (2006). op.cit.
[7] Cavalcante et.Al (2011). Water Currents and Water Budget in a Coastal Megastructure, Palm Jumeirah Lagoon, Dubai, UAE. Recuperado el 25 de noviembre del 2020 en: https://www.researchgate.net/publication/232674129_Water_Currents_and_Water_Budget_in_a_Coastal_Megastructure_Palm_Jumeirah_Lagoon_Dubai_UAE
[8] Naser, Humood (2014). Marine Ecosystem Diversity in the Arabian Gulf: Threats and Conservation. Recuperado el 26 de noviembre del 2020 en: https://www.intechopen.com/books/biodiversity-the-dynamic-balance-of-the-planet/marine-ecosystem-diversity-in-the-arabian-gulf-threats-and-conservation
[9] Butler, Tina (2005). Dubai ‘s artificial islands have a high environmental cost. Recuperado el 26 de noviembre del 2020 en: https://news.mongabay.com/2005/08/dubais-artificial-islands-have-high-environmental-cost/
[10] BBC (2013). Dubai tourism gets boost from $10m coral reef relocation. Recuperado el 27 de noviembre del 2020 en: https://www.bbc.com/news/av/business-24297821
[11] Butler, Tina (2005). op.cit.
[12] Salahuddin, Bayyinah (2006). op.cit.
[13] Naser, Humood (2014). op.cit
[14] National Geographic (2017). The World ‘s Most Improbable Green City. Recuperado el 28 de noviembre del 2020 en: https://www.nationalgeographic.com/environment/urban-expeditions/green-buildings/dubai-ecological-footprint-sustainable-urban-city/