¿Qué son los CERs?: Incentivo para la inversión privada en favor de la mitigación del cambio climático

Escrito por Jessica Vásquez, miembro del Comité Editorial de Conexión Ambiental

El cambio climático es un fenómeno que tiene efectos en todas las actividades que realizamos, por lo que las acciones de mitigación y adaptación son vitales para la continuidad de la vida y la sostenibilidad del planeta. En ese sentido, la comunidad internacional ha celebrado diversos convenios y protocolos con el objetivo de luchar contra el cambio climático. Una de estas iniciativas se sitúa en el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que entró en vigor en el 2005. Este instrumento internacional plantea como principal objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 5% respecto a los niveles presentados en 1990 [1].

Para cumplir con el objetivo planteado, el Protocolo de Kyoto establece tres “mecanismos de flexibilidad”: (i) Comercio Internacional de Emisiones, (ii) Aplicación Conjunta, y (iii) Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) [2]. Si bien los tres mecanismos tienen como objetivo la inversión en proyectos para reducir las emisiones de GEI, los dos primeros solo se refieren a la interacción entre los países industrializados, mientras que el MDL permite la participación de países en vías de desarrollo. En ese sentido, en el presente artículo, nos centraremos en este último mecanismo, que incluye los Certificados de Emisiones Reducidas (CERs), los cuales son una clase de bonos de carbono. Así, el objetivo de este texto es mostrar cómo los CERs pueden funcionar como incentivo para la inversión privada en proyectos y tecnología limpia en países en vías de desarrollo que, a la vez, contribuya con la mitigación del cambio climático.

¿Qué es el Mecanismo de Desarrollo Limpio?

El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) es aquel medio por el que se busca que “los países en vías de desarrollo se beneficien de la inversión, nueva tecnología, y de la obtención de beneficios económicos adicionales a partir de la venta de los Certificados de Emisiones Reducidas (CERs)” [3]. Estos certificados son utilizados por los países industrializados para cumplir con su compromiso de reducción asumido en el Protocolo de Kyoto.

De esta manera, la venta de CERs también beneficia a los países industrializados, para quienes reducir las emisiones de GEI en sus propios Estados implica un mayor costo, ya que su desarrollo económico también está directamente relacionado con la cantidad de gases contaminantes emitidos. En cambio, la reducción de emisiones en países en vías de desarrollo significa un menor costo, permite que sus actividades industriales se sigan desarrollando en igual medida y que, aún así, cumplan con el compromiso internacional asumido respecto a la reducción de emisiones.

Sin embargo, cabe precisar, que este mecanismo ha sido criticado porque “le da valor al derecho de contraminar un bien común que es el aire” [4]. Así, en lugar de desincentivar la contaminación en cada Estado, se está produciendo un mercado en el que los países más desarrollados pueden comprar el derecho de contaminar el aire, a cambio de reducir las emisiones de GEI en otros países, cuyos costos son más bajos. De esta manera, se está mercantilizando la contaminación del aire, que es una externalidad de las actividades productivas de los países industrializados.

¿Qué son los Certificados de Reducción de emisiones (CERs)?

Los CERs son una clase de bonos de carbono, que certifican la reducción de emisiones de GEI. “Este certificado es la unidad de medida que corresponde a una tonelada métrica de dióxido de carbono equivalente que ha sido reducida por medio de un proyecto de reducción de emisiones” [5]. Asimismo, estos CERs pueden ser comercializados mediante la oferta y la demanda, generando un propio mercado de carbono.

El Centro de Comercio Internacional [6] divide los bonos de carbono en dos tipos:

  • Bonos compensatorios de carbono: obtenidos por medio de la producción de energía limpia, en base a recursos renovables.
  • Bonos de reducción de carbono: generados por la recolección y almacenamiento de carbono de la atmósfera.

En ese sentido, los CERs, al ser una clase de bonos de carbono, también pueden ser compensatorios o de reducción de carbono, esto depende de cuál sea el mecanismo de reducción que se utilice en determinado proyecto.

Finalmente, es importante precisar que estos CERs, al funcionar como títulos negociables, brindan mayores facilidades para el comercio de las reducciones, ya que permiten calcular mediante una unidad definida la cantidad de emisiones reducidas. Tales emisiones tienen carácter de transferibles, de manera que facilitan la circulación de estos derechos y posibilitan el desarrollo de mercados de carbono cada vez más complejos.

Los CERs como incentivo de la inversión privada en proyectos limpios en los países en vías de desarrollo

De acuerdo a lo previamente expuesto, los CERs funcionan como una especie de contraprestación por la inversión en proyectos limpios en países en vías de desarrollo. Así, la comercialización de bonos de carbono, y en específico de los CERs, permite que se compensen las emisiones de GEI en la atmósfera, ya que mientras en una parte del planeta se contamina por una actividad, en otra parte se compensa [7].

Los proyectos en los cuales invierten las empresas privadas para obtener bonos de carbono son [8]:

  • Proyectos de energías renovables (65%)
  • Reducción de emisiones de metano, cemento y minería de carbón (17%)
  • Eficiencia energética en el suministro (8%)
  • Eficiencia energética al lado de la demanda (4%)
  • Cambio de combustible (2%)
  • Reducción de óxido nitroso, hidrofluorocarbonos y perfluorocarbonos (2%)
  • Forestación y reforestación (0.8%)
  • Transporte (0.6%)

Estos proyectos de inversión son centrales para la construcción del desarrollo sostenible en los países en vías de desarrollo que se benefician de tales proyectos, ya que, por ejemplo, la energía renovable funciona como un eje para disminuir los gases de efecto invernadero. Asimismo, optar por uno u otro proyecto también depende de las condiciones de cada país, y de las posibilidades de inversión que se brinden. Así, en el caso de Perú, encontramos que no es un país industrializado, por lo que la inversión en energías renovables, la forestación y reforestación constituyen puntos clave para reducir las emisiones de GEI, por lo que, son áreas prioritarias de inversión privada en el ámbito de los bonos de carbono.

De esta forma, los bonos de carbono y, en especial, los CERs, no solo son una herramienta útil para la mitigación del cambio climático, sino que resultan rentables para las empresas que realizan inversiones en proyectos limpios. Además, gracias a la facilidad que brindan los CERs para establecer una unidad de medida de reducción y funcionar como títulos negociables, el mercado de carbono puede desarrollarse sin problemas y cada vez con mayor amplitud.

Referencias:

[1] Sistema Nacional de Información Ambiental (2020). Acuerdo Internacional N° S/N.- Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. https://sinia.minam.gob.pe/normas/protocolo-kyoto-convencion-marco-las-naciones-unidas-cambio-climatico#:~:text=El%2011%20de%20diciembre%20de,los%20gases%20de%20efecto%20invernadero.

[2] Organización Mundial de las Naciones Unidas (s.f.). ¿Qué es el Protocolo de Kyoto?  https://unfccc.int/es/kyoto_protocol

[3] Alva, M. y Manzur, Y. (2013). Bonos de Carbono: una oportunidad de desarrollo para el Perú [Tesis de Licenciatura, Pontificia Universidad Católica del Perú]. Repositorio Institucional PUCP. http://hdl.handle.net/20.500.12404/4662

[4] López-Toache, V., Romero-Amado, J., Toache-Berttoloni, G. & García-Sánchez, S. (2015). Bonos de carbono: financiarización del medioambiente en México. Estudios Sociales, 47(25), 189-215. https://www.ciad.mx/estudiosociales/index.php/es/article/view/314/201

[5] Díaz-Cruz, M. (2015). Bonos de carbono: un instrumento en el sistema financiero internacional. Revista Libre Empresa, 13(1), 11-33. http://dx.doi.org/10.18041/libemp.2016.v13n1.25106

[6] Citado en Díaz-Cruz, M. Op, cit.

[7] Díaz-Cruz, M. Op, cit.

[8] López-Toache, V. et al. Op, cit.

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