El domingo 20 de junio, Con 51% de votos en contra, los suizos rechazaron en referéndum la propuesta que preveía una serie de medidas para reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono, de aquí al 2030 en comparación con las de 1990 , en línea con los objetivos del Acuerdo de París para frenar el cambio climático [1]. A pesar de que la propuesta de ley era apoyada por el Gobierno y todos los partidos políticos, a excepción de la formación de ultraderecha UDC, la ley fue rechazada en las urnas principalmente por los agricultores rurales.
El resultado tiene que ver con la resistencia a la introducción de tasas para reducir el CO2, pero también con la fuerte oposición de la población rural a otras dos propuestas del referéndum para restringir pesticidas y con la actual situación de la pandemia. En ese sentido, en el voto de la población suiza pesó más la idea de que las tasas de la ley climática hubieran supuesto un ligero aumento de la gasolina y al diésel, y hubiese tenido un impacto en el precio de los billetes de avión para los vuelos que salen de Suiza, así como en el combustible utilizado para la calefacción.
Por un lado, en opinión de la derecha conservadora, la nueva ley era ineficaz y excesivamente gravosa para los ciudadanos y las empresas puesto que la ley podría haber “costado a la comunidad y a la economía entre 30 000 y 40 000 millones de francos y la carga adicional para una familia de cuatro miembros habría sido de al menos 1 500 francos al año”[1]. Por otro lado, de acuerdo a activistas climáticos el rechazo de la ley CO2 se dió porque estaba dirigida a la población en general y no a los grandes contaminadores, quienes deberían ser la primera línea de defensa para contrarrestar las emisiones de gases de efecto invernadero puesto que son los sectores que más emisiones generan. Por su lado la ministra de Medio Ambiente, Simonetta Sommaruga señaló que el el no a la ley Co2 no es una negativa a la protección del medio ambiente, sin embargo, es más difícil alcanzar los objetivos determinados en el Acuerdo de París [1].
La negativa de la población con respecto a la ley Co2 es un claro ejemplo de que si las propuestas legislativas climáticas no son planteadas claramente a la población y sobre todo si no están dirigidas de manera proporcional a los diversos sectores de la población podrían tener bajas probabilidades de éxito. En este caso, a pesar de que la población suiza enterró esta ley climática, el gobierno debe seguir incentivando otras medidas legislativas y políticas para hacer todo lo posible y cumplir con sus obligaciones asumidas en el marco del acuerdo de París.
BIBLIOGRAFÍA
[1] Keystone/Ats, L. J. C. (2021, 16 junio). Rechazo en las urnas a la nueva ley CO2. SWI swissinfo.ch. https://www.swissinfo.ch/spa/rechazo-en-las-urnas-a-la-nueva-ley-co2/46702866