Como parte de la sección de “Recomendación Quincenal” de Conexión Ambiental, les traemos a consideración una de las mejores películas de animación de los últimos tiempos que el legendario Studio Ghibli ofrece dentro de su catálogo de obras maestras: “La Princesa Mononoke” (1997).
“La Princesa Mononoke” nos cuenta una de las clásicas historias de “hombre vs naturaleza”, a través del debate de lo que significa el progreso frente a la conservación del medio ambiente, mensaje que muchas películas han replicado a lo largo de nuestra historia, demostrando la clara preocupación de muchos artistas por la conservación del medio ambiente. Sin embargo, como relataremos a continuación, no es cuestión de únicamente entender este mensaje tan importante, sino reflexionar sobre la ejecución del mismo a lo largo de la película, que nos muestra un mundo rico en historias por contar, basado en tradiciones de la cultura japonesa, como una fábula que nos enseña cuan importante puede ser el desarrollo sostenible.
Los seres humanos no somos los únicos seres que viven en el planeta, por lo que, para asegurar la supervivencia del planeta, debemos aprender a progresar en armonía con otras especies y recursos naturales.
La trascendente obra de Hayao Miyazaki, director de la película, narra una hermosa fábula con un importante comentario socioambiental, que reconoce, a través de diseños artísticos propios del Studio Ghibli, cuan oscuros pueden ser los bosques, y cuan bellos pueden ser. La historia que relata la película trata de un conflicto entre los seres humanos y las especies que viven en estos bosques, a través de los ojos del príncipe Ashitaka, quien al buscar la cura de una extraña enfermedad que afecta a su pueblo, y a él mismo, conocerá a la princesa Mononoke: la hija de los dioses lobo y protectora de los bosques y animales, un “espíritu vengador”.
Existe una amplia variedad de obras y críticas a la película que detallan la relación de la película con el activismo medioambiental, incluso desde la perspectiva del activismo para niños. Desde la revista web Australian Humanist, así como desde el Fondo Mundial para la Naturaleza, se exponen las importantes enseñanzas que deja la película, sobre todo para la audiencia infantil, pues el Studio Ghibli permite transmitir la importancia de respetar los bosques y los seres que los habitan, inculcando el debate para el seno familiar: “¿el progreso a costa de la naturaleza? ¿o evitar la intervención humana a toda costa”.
Desde la posición del autor de esta nota, “La Princesa Mononoke” puede resultar ser la oportunidad perfecta para esbozar desde casa la relevancia del triple enfoque de sostenibilidad, por el cual todo desarrollo de la humanidad debería implicar el equilibrio de los criterios económicos, sociales y medioambientales, de tal forma que reconozcamos nuestra dependencia con el medio ambiente. Con la trama de la película, podemos recoger este importante rumbo que deberíamos adoptar, no a través de los clichés recurrentes de películas similares donde existe un claro enemigo con quien luchar, sino reflexionando sobre las acciones que debemos tomar para paliar el daño que la humanidad ha causado al medio ambiente, y las soluciones que podemos acuñar.
No obstante, un ala importante de críticos señala que si bien la película aboga por la prevención de la deforestación, como sucede para Michelle Smith y Elizabeth Parsons, “La Princesa Mononoke” se ubica en una posición antropocéntrica equivocada que conlleva a desplazar la responsabilidad de la destrucción del medio ambiente a otros fenómenos, más que a la fuerza de las acciones del hombre, por lo que si bien expone un importante mensaje “eco consciente”, se requiere de un examen más profundo de crítica que ubique al ecologismo como el reconocimiento de los complejos problemas socio-culturales de la humanidad que termina por menoscabar la integridad del medio ambiente.
Este debate, sin embargo, no nos cohíbe de disfrutar todo lo bueno que se puede rescatar de esta obra frente al principio que observamos de por medio: la importancia de reconocer la justicia medioambiental y el desarrollo sostenible como nuevos paradigmas a adoptar, para cambiar el rumbo del planeta. Son a través de estas obras que todo público puede reflexionar más sobre estos tópicos, pero el debate sobre estos cuestionamientos también resulta importante, pues el cuidado de la naturaleza requiere de la participación de todos, por lo que todo punto de vista será trascendental.
Como en entregas anteriores, no pretendemos spoilear los pasajes de toda la historia que esta película de fantasía muestra, pues por su trama imaginativa, al igual que con su tan importante mensaje, es una obra que todo lector de Conexión Ambiental debe ver.
“La Princesa Mononoke” se encuentra disponible en Netflix.
Referencias:
[1] Ian Martin (2014). A deeper look at Hayao Miyazaki’s nature – The Japan Times. Fecha de consulta: 12 de abril de 2022
[2] Lissette García (2020). Películas con lecciones ambientales: La Princesa Mononoke. Fecha de consulta: 12 de abril de 2022
https://www.wwf.org.co/?364556/Peliculas-con-lecciones-ambientales-La-princesa-mononoke
[3] Amarillo, Verde y Azul. “La Princesa Mononoke”, mucho más que una simple película de animación. Fecha de consulta: 12 de abril de 2022.
https://www.amarilloverdeyazul.com/la-princesa-mononoke-mucho-mas-que-una-simple-pelicula-de-animacion/
[4] Humanist Australia (2021). Princess Mononoke: A Masterpiece of Humanist Environmentalism. Fecha de consulta: 12 de abril de 2022.
[5] Michelle Smith; Elizabeth Parsons (2012). Animating child activism: Environmentalism and class politics in Ghibli’s Princess Mononoke (1997) and Fox’s Fern Gully (1992). Fecha de consulta: 12 de abril de 2022.
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10304312.2012.630138