Escrito por , Daniela Zevallos, miembro del Consejo Editorial de Conexión Ambiental.
Introducción
La migración climática es un fenómeno creciente en todo el mundo, que ocurre cuando las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a los efectos del cambio climático. Este tipo de migración puede incluir tanto la interna como la internacional y puede ser causada por eventos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y ciclones tropicales, así como por procesos a largo plazo, como la desertificación y la pérdida de tierras cultivables [1].
El cambio climático tiene una influencia clara en la movilidad humana en la región, en particular dentro de las fronteras de los países [2]. Con cada vez más frecuencia, las sociedades están siendo afectadas de manera significativa por la migración climática; y, a medida que más personas se ven obligadas a abandonar sus hogares, las comunidades receptoras deben enfrentar desafíos significativos para garantizar la integración adecuada de los migrantes. Todo esto, agravando la falta de recursos y servicios adecuados puede llevar a situaciones originen aún más tensiones sociales y conflictos, lo que puede exacerbar los desafíos a los que ya se enfrentan las comunidades en situación de vulnerabilidad.
El problema latinoaméricano
En Latinoamérica, la migración climática a menudo tiene un impacto desproporcionado en las comunidades más vulnerables, como lo son las comunidades indígenas y las zonas rurales en la región; ya que son regiones altamente expuestas y vulnerables al impacto del cambio climático. Esto se da porque a menudo, estas sociedades, tienden a depender, en su mayoría, de la explotación de recursos naturales para su subsistencia y pueden verse afectadas de manera significativa por los efectos del cambio climático, lo que conlleva eventualmente a una migración forzada.
Esto configura una creciente problemática especialmente porque la región ha experimentado una serie de eventos climáticos extremos en los últimos años, como huracanes, inundaciones y sequías prolongadas; que, a lo largo de estas últimas décadas, han obligado a muchas personas y comunidades a abandonar sus hogares buscando refugio o distintas formas de subsistencia. Es por ello que, la importancia de trabajar hacia soluciones a largo plazo se debe basar en el abordaje de las causas subyacentes de la migración, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la adaptación a los efectos del cambio climático debe trabajarse desde líneas de gobierno locales, municipales e incluso, hasta regionales; con lo cual se permitiría un trabajo conjunto entre regiones que comparten características tanto sociales como biodiversas [2].
Sin embargo, cualquier esfuerzo tiende a empeorar debido a las condiciones sociales y políticas que ocurren en la región. Ya que, factores como la desigualdad, pobreza, el gran crecimiento desmedido y la alta densidad poblacional generan un gran impacto en los cambios en el uso de la tierra; lo cual genera una mayor degradación del suelo, sobre todo debido a la alta dependencia de las economías latinoamericanas en los recursos naturales sin asegurar soluciones sostenibles por parte del gobierno. Asimismo, la débil gobernanza de recursos naturales, ausencia de educación y conciencia ambiental, el acceso desigual al agua, servicios de saneamiento, la falta de infraestructura y financiamiento, reducen la capacidad de adaptación, acrecentando las vulnerabilidades de la población y la exposición que tienen frente a las consecuencias fatales a largo plazo.
Desigualdad de género y crisis ambiental
Sumado al factor regional, es importante destacar que la migración climática también se relaciona directamente con la desigualdad de género, y sobre todo, en Latinoamérica. Puesto que, las mujeres a menudo se ven afectadas de manera desproporcionada por los efectos del cambio climático y tienden a experimentar formas únicas y diferenciadas de migración y desplazamiento forzado [3]. En estos escenarios, las mujeres, como minoría social, también pueden enfrentar barreras específicas para acceder a servicios y recursos durante la migración, lo que puede exacerbar aún más la desigualdad de género que ya existe. Por ejemplo, la exposición a violencia sexual y de género aumentaría exponencialmente en un contexto de migración, así como a la explotación y el tráfico de personas; lo que perpetúa la posición de desventaja económica y social a nivel generacional.
Esto impacta a un amplio abanico de derechos humanos comprendiendo la afectación vital y la revictimización de cientos de migrantes climáticos, volviendo difícil las situaciones de recuperación de las mismas y una normalización de vida en las ciudades destino para los migrantes. Por ello, respecto del enfoque de género, la adaptación a estas situaciones tiende a vulnerar aún más la dinámica social en nuevos territorios respecto del acceso de minorías sociales al reconocimiento básico de sus derechos y a la inserción adecuada en las ciudades receptoras. Es entonces que es importante atender este tipo de desigualdades, ya que esto permite que mujeres pobres, racializadas, en calidad de cuidadoras o aquellas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+; por ejemplo, sufran aún más consecuencias adversas en este proceso de movilización forzada.
Entre los peligros latentes para la mujer migrante, se tienen pocas oportunidades económicas para ganarse el sustento, y sus opciones para obtener ingresos a menudo se limitan a trabajos informales mal pagados y poco cualificados además de soportar la carga del trabajo familiar no remunerado. Esta situación aumenta el riesgo de que las mujeres desplazadas se vean obligadas a recurrir al sexo transaccional como única alternativa [4]. Por ello, reconocer este tipo de alertas diferenciadas es el primer paso para buscar una adecuada protección a la población femenina migrante, tanto mujeres y niñas. El cual deberá ser atendida de manera urgente, sabiendo que la desventaja social y estereotípica de la región las posiciona en una situación de alerta constante a lo largo del tránsito migratorio.
Conclusiones
Es fundamental que las sociedades de todo el mundo reconozcan la gravedad de la migración climática y trabajen juntas para abordar sus efectos. Esto incluye la necesidad de desarrollar políticas y programas adecuados para garantizar una migración segura y ordenada, así como para garantizar la protección y el apoyo a los migrantes climáticos. También, es importante que los países en Latinoamérica trabajen juntos para desarrollar políticas y programas adecuados que garanticen una migración segura y ordenada, así como para proteger y apoyar a los migrantes climáticos durante y después de la migración, lo cual convierte a la migración climática es un desafío creciente para Latinoamérica y requiere la atención y la acción concertada de los gobiernos, las comunidades y la sociedad en su conjunto. Por último, es vital también abordar la relación entre la migración climática y la desigualdad de género, para así lograr garantizar que las políticas y programas de migración sean inclusivos y equitativos para todos los géneros. Esto puede incluir la promoción de la igualdad de género y la protección contra la violencia de género durante la migración, así como la garantía de que las mujeres tengan acceso a recursos y oportunidades durante la misma, así como un trato más igualitario respecto al acceso de oportunidades y al reconocimiento de derechos inherentes a todo ser humano.
Referencias
[1] Felipe, B., CEAR, Greenpeace. (2021). Huir del clima: Cómo influye la crisis climática en las migraciones humanas.
[2] Villazón, L. (2022). ¿Cómo influye el cambio climático sobre la migración en América Latina? https://blogs.iadb.org/migracion/es/como-influye-el-cambio-climatico-sobre-los-flujos-migratorios-en-america-latina/
[3] Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2013). Derechos Humanos de los Migrantes y otras Personas en el Contexto de la Movilidad Humana en México. www.oas.org/es/cidh/migrantes/docs/pdf/informe-migrantes-mexico-2013.pdf
[4] ONU. (2016). Declaración de ONU Mujeres en el Día Mundial de las y los Refugiados
https://www.unwomen.org/es/news/stories/2016/6/un-women-statement-on-world-refugee-day
[5] Asamblea General de las Naciones Unidas (2016). Refugiados y migrantes. Informe del Secretario General.
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2016/10614.pdf
[6] Migraciones Climáticas (s.f.). Nosotros. https://migracionesclimaticas.org/