Caso Estadio San Marcos: entre la contaminación sonora y el derecho a la educación

Por Marcela Gomero

  • Introducción 

¿Realmente se respetan los límites a la utilización de un estadio dentro del campus universitario más grande del Perú? El Estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos fue inaugurado en el año 1951, en el marco de la celebración de los 400 años de aniversario de la mencionada casa de estudios. Inicialmente llamado como el “Coloso de América”, se convirtió en el estadio más grande del país en su momento por su capacidad de recibir hasta 70, 000 personas dentro de sus instalaciones. Años después, tras una remodelación que hubo por el Campeonato Sudamericano de Fútbol Sub-17 y los Juegos Panamericanos en el año 2019, dicha capacidad se redujo a una cifra no menos significativa de 32, 000 personas. El estadio ha sido un punto de encuentro para distintos eventos, celebraciones, concursos y actividades diversas; sin embargo, sería negligente no destacar su peculiar utilización para un fin recurrente e incluso excesivo: ser sede de conciertos de música multitudinarios. 

Parece ser que las autoridades institucionales de la Decana de América han comenzado a separar al estadio de la universidad. Esta separación consistiría en solamente velar por los ingresos económicos que su alquiler genera y no considerar que este alquiler para conciertos de toda índole representa una grave afectación al estudiantado y a las personas que viven en los alrededores de la zona. Este impacto negativo se expresa en dos ámbitos en particular: la contaminación sonora y la vulneración al derecho a la educación. Por la grave situación en el presente caso, el artículo tiene por finalidad presentar algunos antecedentes relevantes en la cuestión, para después analizar de qué manera el excesivo uso del estadio para fines ajenos a la universidad, resulta perjudicial en dos niveles para el medio ambiente y la ciudadanía estudiantil y vecina al Estadio San Marcos. 

En ese sentido, la pregunta que surge una vez más, y que será respondida a partir de este escrito es: ¿se están respetando los límites a la utilización de un estadio dentro del campus universitario más grande del Perú?

  • Antecedentes relevantes 

En primer lugar, es necesario realizar una breve descripción de algunos eventos que han ocurrido en el marco de los excesivos conciertos en el Estadio San Marcos. 

  • Denuncias y reclamos de estudiantes y vecinos

Es imposible negar el impacto negativo que tiene la ejecución de una gran cantidad de conciertos y eventos musicales en la vida de la Unidad Vecinal y estudiantes sanmarquinos/as/es. Por un lado, uno de los grupos humanos más perjudicados por esta problemática son los/las vecinos/as que se encuentran alrededor del Estadio San Marcos. En ese sentido, las urbanizaciones Los Cipreses, Helio y Unidad Vecinal número 3 son las más afectadas. Ha habido momentos en los que los conciertos han sido por varios días seguidos o con muy cortos periodos de intervalo, por lo que la situación de estrés y aturdimiento por el ruido molesto se ha llegado a extender más allá que solo un par de horas al día. Tampoco se debe olvidar que todos los conciertos duran hasta altas horas de la noche, es una situación de perturbación constante para los habitantes. 

Asimismo, además de elevar sus quejas respecto de las consecuencias de esta grave situación; también, han llegado a organizar algunas manifestaciones en sus calles. Algunos de ellos han tenido cobertura por los medios de comunicación. En resumen, los vecinos piden que se suspendan los conciertos por los siguientes motivos: 

  1. Los ruidos excesivos generados por los conciertos, que superan el límite permitido.
  2. El tráfico vehicular provocado por la llegada y salida de personas del Estadio San Marcos a altas horas de la noche. 

Por otro lado, se debe señalar la afectación de este problema sobre los propios estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como se mencionó al inicio, el Estadio San Marcos se encuentra dentro de la ciudad universitaria, de modo que hasta hay algunas facultades que tienen una vista directa al mismo por estar sumamente cerca a sus instalaciones. Dicha proximidad es una de las razones por las cuales también se estaría perjudicando la calidad educativa de la institución y el derecho de los/as sanmarquinos/as a estudiar en condiciones dignas. Algunos de los puntos críticos que tienen que ser observados son los siguientes: 

  1. Excesivo ruido durante la ejecución de las clases debido a las pruebas de sonido realizadas días previos al concierto. Ello dificulta y obstaculiza el aprendizaje. 
  2. Suspensión o reprogramación de clases debido a los conciertos, por la misma dificultad que representa tener que dictar o prestar atención en una zona con altos niveles de ruido. 
  3. Imposibilidad de permanecer en espacios de la universidad (biblioteca, salones, entre otros) fuera del horario de clase, dado que el sonido perturba la concentración. 
  4. Falta de transparencia respecto a los ingresos económicos generados por el alquiler del Estadio San Marcos, de modo que se exige que contribuya a las mejoras de la ciudad universitaria al menos. 
  5. Falta de disponibilidad del Estadio San Marcos para eventos deportivos después de pasar a la administración de la rectora Jeri Ramón [3]. 

Estos son algunos de los reclamos de estudiantes elevados en distintos espacios y mediante representantes estudiantiles; sin embargo, la bulla de los conciertos afecta de diferentes maneras a cada persona, por lo que esta lista puede extenderse e incluir un mayor número de formas en las que se perjudica al estudiantado. 

Al respecto, el lunes 10 de julio de 2023, alumnos/as de la UNMSM realizaron un plantón a modo de protesta frente al alquiler excesivo del Estadio San Marcos y la realización de una gran cantidad de eventos. De esta manera, expresaron su profundo rechazo frente a esta situación y le exigieron a la rectora, Jeri Ramón, que no brinde las autorizaciones necesarias para el desarrollo de los conciertos en el estadio. En ese momento, también se unieron vecinos de distintas urbanizaciones para manifestar su descontento e indignación frente a la contaminación sonora y perturbación ocasionada por esta cuestión. 

  • Respuesta a las denuncias y reclamos de estudiantes y vecinos

El día 2 de septiembre de 2023, la Municipalidad Metropolitana de Lima emitió el anuncio de la clausura provisional del Estadio San Marcos por un periodo de 60 días. Sin embargo,  levantó la clausura en un periodo de tiempo menor a un mes [3]. Una vez más, los vecinos/as y estudiantes expresaron su malestar por estar en una situación de constante incertidumbre. Así como mencionó un artículo periodístico de TV Perú sobre el acontecimiento, en el acta de levantamiento de la clausura del Estadio San Marcos, solo se estipula lo siguiente: 

“En el acta de levantamiento de la medida de clausura del estadio San Marcos, la Municipalidad de Lima especifica que ahora ‘los eventos públicos o deportivos no pueden exceder el horario de las 23:00 horas’. Asimismo, pide cumplir con lo establecido en la ordenanza n.° 2419-2021 para la prevención y control de contaminación sonora, en relación a no exceder los límites de los 60 decibeles permitidos” [3].

Más allá de ello, no ha habido una mayor fiscalización sobre el cumplimiento de los parámetros establecidos por ley en materia de prevención de la contaminación sonora. Recientemente, durante el concierto de Karol G, que fue en dos días seguidos, se presentaron los mismos problemas y quejas. El ruido excesivo, el tráfico vehicular insoportable y, que también genera preocupación, el incremento de la inseguridad por la cantidad de personas que ingresaron irregularmente a la ciudad universitaria sin ser estudiantes ni personas con entradas para el concierto. Hubo casos de robo y hurto, que expusieron a la comunidad universitaria y público general a un grave peligro. Parece ser que el espacio de la San Marcos no resulta ser un lugar ideal para la realización de conciertos, dado que la extensión de sus instalaciones y gran número de entradas hace más complicada la labor de seguridad. 

  • Marco legislativo

En segundo lugar, existen dos restricciones particularmente importantes en relación a los eventos/conciertos y demás, establecidos por la Municipalidad de Lima. 

  • Ordenanza Municipal. Ordenanza para la prevención y control de la contaminación sonora. Ordenanza N° 2419-2021, artículo 11. Niveles de Presión Sonora Máximos Permitidos. 

“Mediante la presente Ordenanza se establecen los Niveles de Presión Sonora que no deben ser excedidos, conforme se detalla a continuación: 

Tabla N° 01: Niveles de Presión Sonora Máximos Permitidos en ambientes exteriores

Zonas de aplicaciónValores expresados en LA,eqT
Horario diurnoHorario nocturno
De 07:01 a 22:00 horasDe 22:01 a 07:00 horas
En zonas de Protección Especial50 decibeles40 decibeles
En zonas Residenciales60 decibeles50 decibeles
En zonas Comerciales70 decibeles60 decibeles
En zonas Industriales80 decibeles70 decibeles

Fuente: Adaptado del D.S N°085-2003-PCM y valores obtenidos por mediciones experimentales in situ en estudios realizados en Lima Metropolitana”.

  • Ordenanza Municipal. Ordenanza para la prevención y control de la contaminación sonora. Ordenanza N° 2419-2021, artículo 12, inciso a). Zonas de Aplicación. 

“Son aquellas que han sido establecidas conforme a la Zonificación de los Usos de Suelos por las municipalidades de acuerdo con su jurisdicción, mediante la norma edil correspondiente. 

  1. a) Zonas Residenciales Son las áreas urbanas destinadas fundamentalmente para el uso de vivienda o residencia, que según la zonificación permiten la presencia de altas, medias y bajas concentraciones poblacionales”.
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  • Sobre la contaminación sonora

En tercer lugar, la realidad de la contaminación sonora en Lima, y en otras ciudades del Perú, es crítica. De acuerdo a un informe realizado por la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), solamente 7 de los 43 distritos bajo la supervisión de la Municipalidad Metropolitana de Lima han sancionado la excesiva emisión de ruido. Asimismo, no todos los distritos cuentan con las herramientas para medir ruido, puesto que son 34 distritos los que los que tienen instrumentos adecuados para esta cuestión. 

En definitiva, la contaminación sonora, definida como el exceso de bulla que altera las condiciones promedio del espacio y ambiente en una zona, afecta a colegios, hospitales, viviendas, personas y animales. El problema del Estadio San Marcos y los conciertos no solo surge durante el evento musical mismo, sino que comienza a desarrollarse durante las horas de ensayo previas al evento, o cuando todas las personas intentan salir del lugar y se genera un tráfico insoportable. Esta exposición a niveles altos de ruido es prolongada y ha tenido consecuencias graves en estudiantes y vecinos/as. 

Se debe recordar que, como se ha presentado anteriormente en el marco legislativo, el rango permitido de decibeles es entre 50 a 60, de acuerdo a si es de día o de noche. Lamentablemente, los conciertos sobrepasan dichos límites y a ello se añade que hay pocas sanciones impuestas. Si las autoridades locales realmente buscan mejorar la calidad de vida, se debería realizar una ejecución eficiente de las políticas que se han establecido para mitigar el daño por la contaminación acústica. De lo contrario, queda evidente la incapacidad de la Municipalidad y sus gobernantes de brindar calidad de vida a la ciudadanía. 

  • Sobre el derecho a la educación

En cuarto lugar, otro aspecto a considerar es el derecho a la educación, que ha sufrido una vulneración por la realización de conciertos dentro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A grandes rasgos, se está haciendo referencia a un derecho humano fundamental, que implica el recibir educación y acceder a oportunidades educativas de calidad, siempre en condiciones de igualdad. Entonces, es necesario recordar que hay un factor de vital importancia “la calidad”, puesto que la educación debe ser recibida y accedida en condiciones dignas. Las autoridades de una institución educativa tienen el deber de hacer respetar el derecho a la educación de modo digno, sostenible y suficiente para toda su comunidad de estudiantes. 

En la misma línea de ideas, una estudiante de Sociología, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM, ha manifestado su preocupación por la grave afectación de los conciertos en la vida de los/las estudiantes, como se presenta a continuación. 

“La excesiva cantidad de conciertos en el Estadio de San Marcos conlleva a un exceso de ruido producto de los ensayos días antes de los conciertos y en los conciertos mismos.

Considero que no se nos está brindando una educación superior de calidad. Esto porque la universidad debe garantizar mínimamente las condiciones materiales para que se desarrollen las clases. En el caso del uso del Estadio de San Marcos, la excesiva contaminación sonora no permite que se pueda estudiar en las bibliotecas y tampoco que se brinden las clases porque no se escucha la voz de ninguna persona en el aula,  hasta, incluso, hay docentes que cancelan sus clases por el exceso de ruido y/o desarrollan sesiones virtuales.  Por ejemplo, en la Facultad de Ciencias Sociales, que está al lado del Estadio, los vidrios tiemblan producto de los parlantes de los conciertos; situación que es verdaderamente incómoda e insoportable

Por otro lado, algo que quiero mencionar, y que es verdaderamente lamentable, es que los deportistas de la universidad no pueden usar el estadio para practicar, tienen que estar ensayando en otros espacios aledaños a la universidad.

Considero que, el cuestionamiento principal que los estudiantes de San Marcos nos debemos plantear  es: ¿a qué sector de la universidad le benefician estos alquileres? Lo que tengo claro, por experiencia empírica es que los beneficios no están direccionados al bienestar general de la universidad; esto porque, vemos como la clínica y el comedor universitario presentan carencias en atención, sumado a ello el retraso de los pagos a varios profesores”. Azucena, estudiante de Sociología, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM.

De este modo, estudiantes sanmarquinos se han movilizado para protestar en contra de las autorizaciones de alquiler del estadio y ejecución de conciertos por motivos previamente esbozados. Asimismo, reconocen que hay una falta de transparencia y cuestionan el actuar de la rectora Jeri Ramón y demás autoridades universitarias, dado que no hay un beneficio visible a los servicios de la institución. Un punto crítico es el retraso en el pago de algunos profesores, lo cual suele ser ignorado igualmente. Hay una profunda preocupación por el aprendizaje, por la enseñanza, por la educación en sentido amplio y el respeto a los espacios y los momentos. 

  • Conclusiones finales

En conclusión, a modo de respuesta a la pregunta planteada al inicio del presente artículo, se puede decir que, en efecto, no se están cumpliendo con los límites a la utilización de un estadio dentro de la ciudad universitaria sanmarquina. El incumplimiento y falta de sanción han provocado graves consecuencias en vecinos/as de las urbanizaciones cercanas al lugar; y, en estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Por un lado, los habitantes de la zona están en un estado de perturbación constante por la prolongada ejecución de los conciertos; dado que no solo se reducen al tiempo en el que el artista está en el escenario, sino que también se incluyen las horas de ensayo o pruebas de sonido, y el tráfico vehicular post-concierto. 

Por otro lado, los/as estudiantes sanmarquinos/as son otro grupo perjudicado por la excesiva cantidad de eventos, puesto que muchas veces han tenido que asistir a clase sin poder escuchar adecuadamente por el sonido, o sus clases han tenido que ser suspendidas/reprogramadas. Se debe recordar que hay algunas facultades que están más cerca al estadio, por ejemplo, la Facultad de Ciencias Sociales. En este caso en particular, el testimonio de una estudiante menciona que el ruido es tan elevado que el vidrio de las ventanas comienza a retumbar por las ondas sonoras. En ese sentido, se podría plantear la siguiente pregunta: ¿existe calidad de vida y calidad educativa en el desarrollo de actividades cotidianas y académicas en un contexto de perturbación constante por el sonido de los eventos musicales? Otro punto a considerar es la falta de transparencia respecto a los ingresos económicos generados por el alquiler del estadio a diferentes artistas. Como bien se sabe, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es una institución pública y parece ser la última beneficiada por los conciertos, en tanto el estudiantado expresa la permanencia de carencias, a pesar de utilizarse el estadio con mucha frecuencia. 

Como reflexión final, es necesario y saludable preguntarse a qué intereses responden las autoridades de la universidad y de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Este es un claro ejemplo de que las actividades económicas tienen límites legales que deben cumplirse en aras de garantizar los derechos de todas las personas desde sus distintos espacios y sentires. 

Tal y como menciona el testimonio presentado previamente, uno debería preguntarse “¿a qué sector de la universidad le benefician estos alquileres?”. La situación continúa presente y requiere de una pronta solución. 

  • Referencias Bibliográficas

[1] Actualidad Ambiental. (s.f.). Solo 7 distritos de Lima sancionan la excesiva emisión de ruido. Recuperado de: https://www.actualidadambiental.pe/solo-7-distritos-de-lima-sancionan-la-excesiva-emision-de-ruido/

[2] TV Perú. (s.f.). Estadio San Marcos: estudiantes denuncian que conciertos perturban desarrollo de clases. Recuperado de: https://www.tvperu.gob.pe/noticias/locales/estadio-san-marcos-estudiantes-denuncian-que-conciertos-perturban-desarrollo-de-clases

[3] TV Perú. (s.f.). Estadio San Marcos: Vecinos rechazan levantamiento de orden de clausura. Recuperado de: https://www.tvperu.gob.pe/noticias/locales/estadio-san-marcos-vecinos-rechazan-levantamiento-de-orden-de-clausura 

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