Adriana Castro, miembro del consejo editorial de Conexión Ambiental
The 100 es una serie distópica que nos sitúa en un futuro- no tan lejano- en el que, luego de un apocalipsis nuclear, los humanos migran a una estación espacial que orbita la Tierra. Luego de que tres generaciones hayan nacido en el espacio, y la capacidad del “Arca” llegara a su límite, las autoridades de la estación espacial deciden comprobar- una vez más- si es que la Tierra ya es habitable. Para ello, envían a 100 jóvenes a la Tierra a probar suerte.
Así, luego de que encontraran una realidad geopolítica diversa en la Tierra, deciden buscar la verdad acerca de lo que sucedió para poder determinar si es que el planeta ya es habitable o no. Sin embargo, esto no es tan fácil como se esperaba, pues la Tierra no es un planeta deshabitado. Encuentran tres grupos de habitantes: los terrestres (personas que sobrevivieron el apocalipsis nuclear y repoblaron parte de la Tierra), los carroñeros (personas que se convirtieron en caníbales), y habitantes del Monte Weather (humanos que se refugiaron en un búnker dentro de una montaña). Los terrestres estaban organizados en tribus, y se encuentran en constante conflicto con los 100, pues los consideran una amenaza. Sin embargo, paulatinamente, los venidos del espacio notan que los necesitan para sobrevivir.
De ese modo, cabe preguntarse, ¿sobrevivir a qué? Si bien la Tierra- aparentemente- ya era habitable, esta poseía grandes niveles de radiación, y fauna y flora que le resultaba extraña y hostil a los colonizadores (¿encuentran algún parecido histórico?). Todo ello como resultado de los altos niveles de radiación de las bombas atómicas detonadas años atrás. Ahora bien, ¿cuál era la teoría que manejaban inicialmente con respecto a la detonación de las bombas atómicas? La serie canadiense hace un símil a las tensas relaciones políticas entre China y EE.UU. que percibimos en nuestra historia contemporánea. China envía una bomba atómica intercontinental hacia EE.UU., por lo que este reacciona y responde con un ataque equivalente. Finalmente, destruyen el planeta.
Algunos humanos logran refugiarse en bunkers subterráneos, pero la mayoría muere sin suministros suficientes para sobrevivir los siguientes años. Otros, emigran hacia el espacio, pero tampoco poseían recursos ilimitados. Entonces, en las diferentes situaciones, todo apuntó a repoblar la Tierra (situación que finalmente encontraron los recién llegados del espacio). Sin embargo, a medida que avanzan las temporadas, notamos que la radiación proveniente de las centrales nucleares (con evidentes fines militares) no son un riesgo extinto. En un punto de la serie, los habitantes de la Tierra descubren que se encuentran en una cuenta regresiva antes que las centrales nucleares (que habían quedado sin mantenimiento luego del apocalipsis nuclear) exploten nuevamente y destruyan todo a su paso.
Este panorama, en la realidad actual, no es tan distante como, a primera vista, puede parecernos. Según la Oficina de Asuntos de Desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo, aún quedan- aproximadamente- 22000 armas nucleares, y se han venido realizando hasta 2000 ensayos nucleares [1]. Ante ello, la ONU considera que la mejor estrategia es la política de desarme. Sin embargo, ¿qué tan difícil puede ser convencer a los países más poderosos y paranoicos del mundo de eliminar sus armas nucleares? Bastante complicado. Pese a ello, existen iniciativas internacionales que aparentan cierto control sobre la producción de las mismas. Así, la entrada en vigor del Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares se produjo el 22 de enero de 2021.
Este tratado fue aprobado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, con 122 votos a favor, y la firma de 84 países, posteriormente, ratificado por 50 países. Sin embargo, las grandes potencias, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, como EE.UU, UK, Francia, China y Rusia no firmaron el tratado. Recordemos que, en la serie, las potencias que- finalmente- destruyen el planeta con bombas atómicas son, precisamente, parte de las que no han firmado el Tratado [2].
Finalmente, cabe preguntarse ¿cuáles son las consecuencias de las bombas atómicas en el ambiente? Una de las consecuencias más resaltantes es el polvillo que emiten las bombas atómicas cuando son detonadas. Este polvillo se expande al agua, suelo, e incluso altera las cadenas alimentarias. Lo que genera una situación insostenible no solo a corto plazo, sino que produce mutaciones genéticas, y enfermedades intergeneracionales en humanos, flora y fauna del planeta [3].
Referencias
[1] Oficina de Asuntos de Desarme (s/f). Armas Nucleares. Recuperado: 29 de octubre de 2021.
https://www.un.org/disarmament/es/adm/nuclear-weapons/
[2] El Diario. es. Entra en vigor el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares. Recuperado: 29 de octubre de 2021.
[3] Stop Cambio Climático (2017). ¿CONOCES LOS EFECTOS DEVASTADORES DE UNA BOMBA NUCLEAR?. Recuperado: 29 de octubre de 2021.
https://stopcambioclimatico.es/2017/10/03/conoces-los-efectos-devastadores-una-bomba-nuclear/#:~:text=La%20explosi%C3%B3n%20de%20una%20bomba,alimenticia%20en%20ambientes%20bastante%20lejanos.