Escrito por Luis Alejandro Pebe, miembro del Consejo Editorial de Conexión Ambiental
Uno de los mayores desafíos contemporáneos es la migración. Este fenómeno social está regulado en la normativa de los países y es un tema muy relevante en el debate político entre las naciones. Actualmente, la comunidad internacional se enfrenta ante un inédito desafío que es un nuevo tipo de ola migratoria, cuyos orígenes parten de las condiciones ambientales del espacio donde reside la persona. Por medio del presente artículo, se expondrá en qué consiste el movimiento migratorio verde.
EL MIGRANTE Y EL FACTOR DE MOVILIDAD VERDE
La migración se ha convertido en un objeto de estudio muy interesante para la comunidad académica. Este fenómeno sucede cuando una persona o un grupo social decide abandonar su vivienda y se traslada a otro espacio geográfico para establecerse; puede ser en otro país u otra ciudad dentro de la nación [1]. Por consiguiente, el migrante es una figura dinámica para analizar. Vale la pena destacar que migrar es una decisión difícil de tomar, pero tales decisiones suelen sobrepasar la esfera personal. La migración forzosa se da gracias a varios factores o condiciones, que se caracterizan por su gran capacidad de coacción, obligando a la persona a abandonar su lugar de residencia [2]. Es evidente que las migraciones de esta índole tienen una estrecha relación con la realidad multidimensional en la que vive el ciudadano.
Los migrantes tienen derechos y los Estados son responsables de asegurar el cumplimiento de estos. El marco normativo de la migración se rige por los estándares internacionales. El Derecho y la comunidad internacional reconocen al migrante como ser humano. De esta manera, se busca que puedan gozar de garantías mínimas, pero fundamentales mientras estén en espacio territorial [3]. En líneas generales, se vela por preservar los derechos humanos de los migrantes, y ello se expresa en acuerdos internacionales como el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular que Perú adoptó hace dos años. Paralelamente, se debe aclarar que los migrantes no tienen el derecho a la participación política hasta que realicen el trámite de nacionalización pertinente.
Los migrantes no deben ser objeto de exclusión, y se les debe brindar oportunidades para que puedan desenvolverse integralmente. Así, podrán gozar de sus derechos fundamentales [4]. En consecuencia, lograrán reinsertarse en su nuevo país con éxito. Cabe añadir que el principio de igualdad es trascendental para incorporarse. Por ende, su enfática defensa es primordial para prevenir actos de discriminación como la xenofobia.
Actualmente, las personas no solamente migran por crisis o nuevas oportunidades socioeconómicas, sino también por las deplorables condiciones ambientales en la que se pueden encontrar su lugar de residencia. Estos factores son los que originan el desplazamiento verde. El aumento de los fenómenos naturales coloca en una situación peligrosa a la sociedad, así, desencadenando un considerable movimiento migratorio. Simultáneamente, el calentamiento climático puede afectar a las condiciones de vida al poner en riesgo los recursos naturales y la salud de las personas. Entonces, se origina nuevamente una ola migratoria [5].
TIPOS DE MOTIVACIONES VERDES PARA LA MIGRACIÓN: DESASTRES NATURALES Y DEGRADACIÓN AMBIENTAL POR EL CAMBIO CLIMÁTICO
Ahora bien, los desastres naturales suelen ser habituales en distintos países, y se han convertido en una causa constante para el desplazamiento. Acorde a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, entre el 2008 y 2018 hay aproximadamente 24 millones de personas que han migrado debido a estos fenómenos anualmente. Esto, en términos de cantidades, representa el triple de las personas que migraron por crisis sociopolíticas [6]. Por consiguiente, se puede comprobar con esta cifra que el acelerado crecimiento de migrantes representaría 240 millones de ciudadanos. Asimismo, es interesante concluir que hay más personas que migran por temas relacionados a sus ecosistemas que por conflictos sociales o políticos, y esta es una cifra que muchas veces no es tomada en cuenta; por ejemplo, cuando se estudia los fenómenos migratorios o se crean marcos normativos de protección.
Uno de los grandes casos de migración por desastres naturales es la ola migratoria causada por el terremoto de Haití. Hace 10 años, la capital de Haití, Puerto Príncipe, sufrió un movimiento telúrico de 7 grados en la escala de Ritcher. En consecuencia, más del 60% de la infraestructura residencial de la ciudad se destruyó. A su vez, esto originó que más de 200 000 personas murieran, y que más de 2 millones perdieran sus hogares [7]. Así, la población haitiana estaba en una situación de vulnerabilidad muy grave y, de esta manera, tendrían que optar por migrar para buscar nuevas oportunidades de vida. En base a los datos obtenidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se puede afirmar que hay 1,5 millones de ciudadanos haitianos que decidieron migrar [8]. Esta es la mayor demostración que cuando hay un Estado ineficiente ante estas situaciones de riesgo para la población y que se mantiene en una posición inactiva pese a la magnitud de la problemática; los ciudadanos no tienen otra vía para solucionar sus problemas de calidad de vida que desplazarse a otro territorio.
Otro caso que refleja la migración por desastres ambientales es el de los bangladesíes. Según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, durante los últimos 10 años, 700 000 ciudadanos de Bangladesh migraron anualmente, debido a los constantes fenómenos naturales en sus zonas. Vale la pena destacar que esta cifra se resalta con el acaecimiento de Aila, uno de los ciclones más terribles de la historia del país asiático, ya que el mismo obligó a migrar a millones de ciudadanos y causó la muerte de más de 200 bangladesíes [9]. Dado que Bangladesh se encuentra en una zona de riesgo, es necesario que los funcionarios y organismos pertinentes tengan un plan de contingencia frente a estas situaciones, con la finalidad de que el daño y el costo social no sea tan elevado.
Por otro lado, el segundo factor determinante que origina la movilidad ambiental es el deterioro progresivo de los ecosistemas causado por el cambio climático. La degradación medioambiental es uno de los mayores retos actuales que la sociedad debe enfrentar. Según el Centro para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA), se necesita crear proyectos ambientales con un enfoque integral humanitario [10]. Aproximadamente entre 50 a 60 millones de personas han migrado gracias a las repercusiones del cambio climático. Se estima que, para la mitad de este siglo, van a haber 250 millones de desplazados de este tipo [11]. Si se empieza a inculcar el valor de tener una conciencia ambientalista en la sociedad civil como en el Estado, esta realidad puede ser revertida.
Otro ejemplo clave de estos casos es el estrés hídrico. Este ocurre cuando las naciones tienen suministros de agua dulce muy debajo del promedio planteado. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente, una de cada seis personas padece esta realidad y advierten que, poco a poco, este número puede ir aumentado [12]. En otros términos, tanto el presente como el futuro son desoladores, y este es un gran problema que debe ser tomado en cuenta en la agenda política de los gobernantes y organismos internacionales. Este año se prevé que entre 75 a 250 millones de personas en el continente africano enfrentarán las consecuencias del estrés hídrico [13]. Por ende, estas personas son potenciales candidatos migratorios.
Finalmente, otro caso de degradación ambiental ocasionado por el cambio climático son las sequías. Este es un proceso ecosistémico en el cual se carece de lluvias por un largo tiempo [14]. En espacios donde la actividad económica más importante es de tipo agrario, este fenómeno es perjudicial, ya que los sembríos no tienen el recurso hídrico pertinente para poder crecer. Asimismo, muchos de estos son fuente de alimento directo para la población y, sin las precipitaciones, nunca lograrán germinar. Ergo, afecta tanto al ámbito económico como alimenticio. Acorde a León-Melgar, en espacios rurales de Bangladesh e India ya han migrado un aproximado de 30 millones de personas gracias a las sequías que sufren estas naciones [15].
A MANERA DE CONCLUSIÓN
El movimiento migratorio ambiental es una realidad muy lamentable que enfrenta un considerable sector de la población mundial. Se necesita tomar medidas urgentes que garanticen sus derechos fundamentales, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. La mayoría de los migrantes no son responsables de que el cambio climático tenga repercusiones en las regiones donde viven o que los desastres naturales hayan hecho inhabitable sus lugares de origen. Este migrante es de color verde y no debe ser invisible. Por consiguiente, la comunidad global no puede ser ajena a este contexto.
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Imagen de portada obtenida de https://www.iberdrola.com/medio-ambiente/migraciones-climaticas
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] International Organization for Migration. (2019). Glossary on Migration. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://publications.iom.int/system/files/pdf/iml_34_glossary.pdf
[2] International Organization for Migration. Op,cit.
[3] Unión Interparlamentaria & Organización Internacional del Trabajo & Naciones Unidas: Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (2015). Migración, derechos humanos y gobernanza. Recuperado el 2 de de 2020, de https://www.ohchr.org/Documents/Publications/MigrationHR_and_Governance_HR_PUB_15_3_SP.pdf
[4] Unión Interparlamentaria & Organización Internacional del Trabajo & Naciones Unidas: Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (2015). Op, cit.
[5] Organización Internacional para las Migraciones. (s/f). Migración por motivos ambientales. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://environmentalmigration.iom.int/es/migración-por-motivos-ambientales
[6] United Nations International Strategy for Disaster Reduction. (2020). Disaster Displacement. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/70278_disasterdisplacementv08.pdf
[7] Durán, L. (2010). Terremoto en Haití: las causas persistentes de un desastre que no ha terminado. En Nueva Sociedad. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://nuso.org/articulo/terremoto-en-haiti-las-causas-persistentes-de-un-desastre-que-no-ha-terminado/
[8] Kahn, C & Pierre, J. (12 de enero de 2020). A ‘Lost Decade’: Haiti Still Struggles To Recover 10 Years After Massive Earthquake. En National Public Radio. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://www.npr.org/2020/01/12/794298546/a-lost-decade-haiti-still-struggles-to-recover-10-years-after-massive-earthquake
[9] Mc Donell, T. (24 de enero de 2019). Climate change creates a new migration crisis for Bangladesh. En National Geographic. Recuperado el 2 de septiembre de 2020, de https://www.nationalgeographic.com/environment/2019/01/climate-change-drives-migration-crisis-in-bangladesh-from-dhaka-sundabans/
[10] Centro para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe. (s/f). Migración y medio ambiente. En OBMICA.org. Recuperado el 3 de septiembre de 2020, de http://obmica.org/index.php/ejes-de-trabajo/migracion-y-medio-ambiente
[11] Suárez, D. (2 de octubre de 2017). Refugiados ambientales, una realidad silenciosa. En El Comercio. Recuperado el 3 de septiembre de 2020, de https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/refugiados-ambientales-realidad-silenciosa-noticia-462534-noticia/
[12] Twenergy (27 de noviembre de 2019). Estrés hídrico: un problema ambiental contemporáneo. Recuperado el 3 de septiembre de 2020, de https://twenergy.com/ecologia-y-reciclaje/como-ahorrar-agua/estres-hidrico-situacion-mexico/
[13] “El calentamiento global provoca la migración de millones de personas”. (13 de marzo de 2017). En Migraciones Climáticas. Recuperado el 3 de septiembre de 2020 de https://www.cdc.gov/nceh/features/drought/index.html
[14] Center for Disease Control and Prevention. (s/f). Drought and Your Health. Recuperado el 3 de septiembre de 2020 de https://www.cdc.gov/nceh/features/drought/index.html
[15] Suárez, D. Op, cit.