Escrito por Fiorella Almanza, miembro del Consejo Editorial de Conexión Ambiental

Recién inscrita como área natural protegida en el año 2006, pero severamente amenazada desde décadas atrás y vulnerable ante construcciones evidentemente hostiles como la de la fábrica Lucchetti en la década de 1990 [1]. Los Pantanos de Villa no es solo uno de los humedales más importantes del Perú, sino que también es una de las áreas naturales protegidas de mayor relevancia al ser lugar de anidación de una especie de aves endémica de Alaska, y albergar en el territorio a especies de fauna marina y arácnida. No obstante, su territorio se ha visto afectado y ha disminuido en tamaño en un plazo relativamente corto de tiempo a causa de la depredación del mismo con fines urbanísticos o como consecuencia de los incendios que se originan por la quema de basura.

La última década no ha sido del todo positiva para la reserva, ya que si bien se han realizado programas con impacto positivo como los de limpieza de residuos sólidos y la protección a las especies más amenazadas, también se han dado más incidentes vinculados a incendios en zonas aledañas, escasa presencia del municipio, se y decadencia en el estado de las características palmeras en la reserva a raíz del excremento ácido de las aves carroñeras [2]. Además, una de las amenazas más preocupantes y que no muestra signos de ser mitigada por las autoridades correspondientes es la urbanización creciente, la cual pone en jaque a zonas extremadamente frágiles, como la Laguna Marvilla. Cabe resaltar que la urbanización no es un fenómeno nuevo que venga ocurriendo en el área, puesto que ha venido dañando el área desde la última mitad del S.XX, afectando severamente al área del pantano que solía estar en las inmediaciones de la frontera con Pachacamac [3]. Si este es un fenómeno frecuente, y se sabe que es una amenaza que vulnera tanto el área territorial como a la biodiversidad y las condiciones climáticas del humedal, cabe cuestionarse por qué es que no se están tomando medidas suficientes como para evitar la degradación de esta importante reserva natural.

Un importante precedente: el caso Luchetti vs. Pantanos de Villa

Durante la década de los 90s, la compañía Luchetti, la cual se dedicaba al rubro de la producción de fideos, empezó a construir una gran fábrica en las inmediaciones de los Pantanos de Villa. Sin embargo, necesitaban contar con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado para poder iniciar funciones de manera segura, asegurándose que no causarían un impacto ambiental irreversible o que pueda perjudicar severamente al área. Dicho EIA fue presentado por la empresa, pero fue presentado de forma extemporánea y no se le fue entregado a la Municipalidad de Chorrillos, la cual solicitaba el documento para poder otorgar la licencia de construcción. Asimismo, la instancia a la que le fue admitida la evaluación declaró que la misma era inadmisible, por lo cual tuvieron que realizar otra evaluación con otra empieza. Estos eventos se venían realizando en simultáneo a la construcción de la fábrica, lo cual era inapropiado ya que el EIA debe ser presentado antes del inicio de obras y no durante la construcción de las mismas. Más adelante, tras presentar un segundo EIA, la evaluación fue admitida pero también se señalaron una serie de anormalidades en el proceso de aprobación, lo cual llevó a una serie de cuestionamientos en torno a la validez de la evaluación y hasta qué punto esta reflejaba que la obra debería tener luz verde para iniciar acciones [4]. 

Por ende, el caso fue judicializado en vista a las evidentes infracciones que la empresa venía cometiendo y que potencialmente podrían afectar de manera irreversible al humedal, ya que se desconocía el impacto real que tendría el funcionamiento de una industria en una zona inmediata a los Pantanos de Villa. Años después, la Corte Superior falló a favor de la empresa y la fábrica de fideos pudo operar por dos años aún sin haber resuelto las regulaciones ambientales y administrativas, lo cual era un peligro latente ya que se desconocía qué tanto impacto podrían generar las actividades. Tras el hallazgo de conflictos de carácter político vinculados a la corrupción y tráfico de influencias, se decide cerrar la industria fabricante de pasta ubicada en zonas aledañas a los Pantanos de Villa al ser declarada irregular su construcción e ilegal su funcionamiento por transgredir los límites permisibles [5]. Este caso nos lleva a pensar hasta qué punto las leyes pueden ceder al momento de ver un potencial peligro que atenta contra un área silvestre que se encuentra en un estado de vulnerabilidad ante cambios bruscos. Sin embargo, hay una diferencia que puede indicar por qué se pudo permitir que se dé un hecho de esta naturaleza en 1990 y la razón por la cual este mismo hecho ya no podría ocurrir a día de hoy: la categorización como área natural protegida que se dio en 2006. 

La clasificación de área natural protegida como una garantía estatal de protección ambiental

Con los diferentes parámetros de preservación y la mayor protección que ofrece esta clasificación, este humedal empezó a ser más protegido a partir del año 2006 ya que la legislación es más estricta y acorta los límites permisibles de contaminación o potencialidad de ocurrencia de incidentes en aras de evitar cualquier perturbación severa que vulnere a los Pantanos de Villa. Además, la creación de una entidad exclusiva para el cuidado de este humedal, Prohvilla, desempeña una labor de cuidado permanente que tiene como principal objetivo garantizar la estabilidad de esta importante área. A día de hoy, las normas de zonificación y los trámites que deben iniciar las empresas para poder construir son seguidos de cerca no solo por la entidad municipal, sino también por entidades especializadas en temas medioambientales que darán una opinión acertada respecto a la idoneidad de la construcción con el fin de priorizar el bienestar de esta área natural protegida [6]. Pese a que en teoría la protección debería ser más acentuada gracias a la clasificación que tiene esta área, aún se ve que la urbanización en zonas aledañas a los Pantanos de Villa sigue en ascenso, y dicho proceso de urbanización trae consigo una serie de consecuencias negativas que pueden desprenderse a partir del asentamiento de población humana en zonas inmediatas a un área que a día de hoy se encuentra sumamente amenazada. 

Las consecuencias de la urbanización a día de hoy y las acciones mitigatorias por parte de las autoridades

Lo que antes era un área con zonas sin perturbación humana, a día de hoy se encuentran rodeadas por espacios residenciales y urbanizados que cuentan con pistas asfaltadas y un tránsito frecuente de automóviles. Incluso, varios colegios han construido infraestructuras de tamaño considerable en zonas que antes habían sido poco perturbadas o eran usadas para fines agropecuarios. La urbanización, per se, tiene consecuencias sobre el medio ambiente a causa de la contaminación que se emite por medio del tránsito vehicular y los residuos sólidos provenientes de las áreas residenciales [7]. Además, la contaminación sonora puede causar que ciertos tipos de aves evitan anidar en zonas específicas y por ende la riqueza de cierta especie puede disminuir con el tiempo, como se ha visto con las aves migrantes desde que empezaron a construirse áreas residenciales en las inmediaciones de los Pantanos de Villa. 

Del mismo modo, el aumento de aguas eutrofizadas en las lagunas principales de los Pantanos de Villa ha dado a conocer un grave problema de contaminación hídrica causado por las aguas subterráneas y servidas que se filtran a estas fuentes acuíferas y causan efectos nocivos sobre el recurso hídrico y las especies endémicas de peces que habitan en el mismo [8].  Cabe precisar que la degradación del recurso hídrico a gran escala puede tener efectos secundarios, ya que la muerte de grandes cardúmenes puede ocasionar que las aves carroñeras tengan más fuentes de alimento y se agrave el problema del excremento ácido vertido sobre las palmeras, el cual las daña de manera irreversible una vez este ácido alcanza el tronco.

Las autoridades pertinentes, como el Servicio Natural de Áreas Protegidas por el Estado (SERNANP) y Prohvilla han solicitado ayuda a entidades como la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para hacer evaluaciones detalladas de los efectos de la contaminación y definir hasta qué punto esta puede ser un peligro latente y severo para el área protegida. De la misma forma, basándose en los resultados, se va a buscar establecer parámetros para controlar hasta qué punto puede avanzar la urbanización con el fin de asegurar que la misma no va a interferir ni perjudicar con el bienestar de los humedales. También se estarían estableciendo regulaciones específicas en las áreas residenciales para prevenir futuros daños a las especies que residen en los Pantanos de Villa [9].

A modo de cierre 

Acorde a las declaraciones del jefe del Instituto Nacional de Recursos Naturales (IRENA), los humedales podrían desaparecer en un plazo de diez años si es que no se toman acciones inmediatas para enfrentar las consecuencias de la urbanización. La reducción del área territorial del humedal ha sido dramática, puesto que en treinta años se habría reducido 98 hectáreas, donde gran parte de ellas está en camino a desertificarse o ser urbanizada a raíz del desecamiento de lagunas y pérdida de la flora y fauna [10]. Si bien se ha incrementado la protección que se le da a esta área por medio de una nueva clasificación, la norma es obsoleta si esta no es aplicada en la realidad. Para ello, es necesario el apoyo del Estado para ayudar a las entidades ambientales especializadas a fiscalizar de forma eficaz a las zonas urbanizadas para prevenir que se pueda emitir contaminación más allá del límite permisible. 

Imagen extraída de: http://chavarryproyectodehistoria.blogspot.com/2017/06/la-contaminacion-en-los-pantanos-de.html

Bibliografía:

[1] ParksWatch (s.f). Zona Reservada: Pantanos de Villa. Recuperado el 31 de enero del 2021 en: https://parkswatch.org/parkprofile.php?l=spa&country=per&park=pvrz&page=thr

[2] El Peruano (2014). Paraíso Ecológico. Recuperado el 31 de enero del 2021 en: https://www.sernanp.gob.pe/documents/10181/104923/especial+pantanos+de+villa.pdf/8b46ee89-ad39-4a6c-9983-1e788eeb584d

[3] Sovero, Claudia (2019). Pantanos de Villa: un refugio verde amenazado por toneladas de basura. Recuperado el 1 de febrero del 2021 en: https://elcomercio.pe/lima/sucesos/pantanos-de-villa-un-refugio-verde-amenazado-por-toneladas-de-basura-noticia/

[4] Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (s.f). La construcción del proyecto industrial de Lucchetti en la zona de amortiguamiento de la zona reservada de los Pantanos de Villa: un análisis legal. Recuperado el 1 de febrero del 2021 en: http://aplicaciones.cientifica.edu.pe/repositorio/catalogo/_data/20170323172307_55.pdf

[5] Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (s.f). La pasta y el pantano. Recuperado el 2 de febrero del 2021 en: http://www.olca.cl/oca/peru/pantano03.htm

[6] Prohvilla (s.f). Zona de Reglamentación Especial. Recuperado el 2 de febrero del 2021 en:http://prohvilla.munlima.gob.pe/zonificacion.html

[7] National Geographic (2010). Amenazas de urbanización. Recuperado el 2 de febrero del 2021 en: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/amenazas-de-la-urbanizacion

[8] SPDA Actualidad Ambiental (2019). Con el uso de drones identifican fuentes contaminantes que afectan a los Pantanos de Villa. Recuperado el 2 de febrero del 2021 en: https://www.actualidadambiental.pe/con-uso-de-drones-identifican-fuentes-contaminantes-que-afectan-pantanos-de-villa/

[9] QUISPE Evelin y Jonathan VILCA (2018). Diagnóstico – Pantanos de Villa.  Recuperado el 3 de febrero del 2021 en: https://issuu.com/upeu2/docs/analisis_pantanos_de_villa_vilca

[10] La República (2019). Pantanos de Villa pueden desaparecer en 10 años. Recuperado el 3 de febrero del 2021 en: https://larepublica.pe/sociedad/276816-pantanos-de-villa-pueden-desaparecer-en-10-anos/?ref=lre