Escrito por Astrid Herrera, miembro del Consejo editorial de Conexión Ambiental
“Al convertirnos en Homo luminoso, renunciaremos al comportamiento del conquistador y rechazaremos la teología que valora el control y el dominio sobre la naturaleza, una teología que justifica la explotación de ríos y bosques porque no los ve más que como recursos para el consumo humano. En lugar de eso, adoptaremos una antigua teología que la mayoría de los seres humanos hemos perdido, una teología femenina de cooperación y sostenibilidad”
-Dr. Alberto Villoldo, del libro Las Cuatro Revelaciones.
En las últimas décadas ha habido un crecimiento exponencial de las Industrias extractivas en el territorio peruano y junto con ello ha incrementado también la presión por las tierras nacionales, y los territorios ancestrales de los pueblos indígenas. Así, los diversos sectores de la Industria extractiva tales como, el agroganadero, forestal, minero e hidroeléctrico están causando la destrucción de la Naturaleza, principalmente, la deforestación y la contaminación de los suelos y las reservas de agua. El impacto de estas actividades económicas que se realizan de manera insostenible repercute de manera negativa en los territorios rurales donde viven, en su mayoría, las comunidades indígenas.
Mujeres Líderes Indígenas le hacen frente a las Industrias extractivistas
“Pues yo no les tengo miedo les miro frente a la cara así fijo a su cara para que vean que no les tengo miedo”
– Maritza Emperatriz Bolaños Ayala, integrante del colectivo Guardianas y Guardianes de la Laguna.
En una conferencia que realizó la comisión de la condición jurídica y Social de la Mujer de la ONU, en donde se reunieron mujeres indígenas de diversas partes del mundo para dialogar sobre las particulares situaciones de vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres, la líder indígena ecuatoriana, Blanca Chancosa, afirmó lo siguiente: “Por supuesto que estamos a favor del desarrollo, lo que no queremos es el tipo de desarrollo que abusa de los bosques, el aire, las aguas y la tierra” [1]. Es decir, a pesar de que, en varias ocasiones se señala que los pueblos indígenas están en contra del desarrollo económico de un país, en realidad hay un conflicto de intereses y perspectivas diferentes sobre lo que se entiende por “el desarrollo de un país”. Sin embargo, no entraremos a más detalle sobre ello, solo lo mencionamos porque es un importante punto de partida para entender que los pueblos indígenas manejan una concepción distinta de “desarrollo” a la de muchos países occidentales.
Teniendo ello en cuenta, las actividades extractivas que se realizan en territorios indígenas ponen en peligro no solo los recursos naturales de la Naturaleza, sino los derechos humanos de los pobladores indígenas y en particular los de las defensoras ambientales, quienes frente a esta situación de desprotección por parte del Estado han denunciado, las irregularidades en la apropiacion de tierras comunitarias, las consecuencias mortales de la contaminacion de la mineria en el ambiennte y sobre la violación a su derecho de la consulta previa con relación principalmente a los proyectos mineros [2]. Estos levantamientos y pronunciamientos en aras de conseguir mayor protección frente a una clara violación del medio de vida de las comunidades indígenas, han tenido hasta ahora contraataques de parte de la Industria extractiva que van desde , campañas de difamación y vigilancia hasta actos de hostigamiento judicial, agresiones físicas y violencia policial [2]. Es así que, los defensores indígenas viven continuamente una realidad de violencia y en algunos casos extrema, donde temen por sus vidas las veinticuatro horas del día. Ante esta situación es, por demás, urgente visibilizar el rol que cumplen las defensoras ambientales quienes incluso en este contexto de pandemia se encuentran liderando las luchas y siendo la resistencia ante los problemas ambientales que provocan las actividades extractivas dentro de los territorios indígenas.
En dónde radica su vulnerabilidad también radica su resistencia
“Para ser defensoras debemos tener vocación, esto sale del corazón”
– Liz Chicaje, Líder indígena peruana
Además de la amenaza que representa el extractivismo en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, a ello se suma el cambio climático, que afecta de manera transversal su estilo de vida y que por lo tanto pone en peligro la supervivencia de estas comunidades. Frente estas amenazas, cada vez más complejas, quienes, con frecuencia, se enfrentan de manera conjunta para alzar la voz a favor de soluciones sustentables tanto a nivel local como global son las mujeres indígenas. Ellas a pesar de sufrir amenazas y violencias por el rol que desempeñan por la defensa de sus territorios, se enfrentan a una violencia por su condición de mujer. Respecto de ello, la comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, 2019) ha explicado que la pobreza y la exclusión afectan de manera desproporcionada a las mujeres rurales puesto que enfrentan riesgos aumentados de los efectos del cambio climático, como riesgos de salud y seguridad, ya que asumen una mayor carga de trabajos domésticos y de cuidado. Asimismo, su acceso al agua, a educación y a servicios de salud es limitado, y persisten barreras para su acceso a servicios bancarios, administrativos y de documentación civil [3]. De esta manera, es evidente que debido a la desigualdad histórica que han vivido las mujeres, las defensoras ambientales se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad frente a los hombres defensores de derechos humanos.
Para comprender la situación y contexto en el que se desenvuelven las defensoras ambientales en el desempeño de su rol de protección ambiental es necesario hacer alusión a la interseccionalidad, la cual funciona como una herramienta analítica para estudiar, entender y responder a cómo el género se cruza con otras identidades y cómo estos cruces contribuyen a configurar experiencias únicas de opresión y privilegios [4].Teniendo en cuenta esta herramienta, es posible visibilizar la estigmatización dentro de sus comunidades a causa de los roles de liderazgo, que usualmente han ocupado los hombres, la arraigada cultura machista y las diferentes expresiones de violencia basada en género. En consecuencia, es necesario que se ejecuten nuevas acciones en defensa y protección de las mujeres defensoras teniendo en cuenta las diversas características particulares como: edad, identidad cultural, nivel de ingresos, nivel educativo (regular o no), lengua materna, idioma, estado civil, acceso a tecnologías, acceso a servicios públicos, roles políticos y otros, ya que solo tomando en consideración estos factores se puede desarrollar una protección efectiva y no solo superficial o formal [4].
¿Quién es la Madre Tierra y que significa Ella para los pueblos indígenas?
“Los derechos de la Naturaleza son derecho tan estrechamente vinculados a nosotros las mujeres, no somos seres superiores a nuestra Naturaleza, somos seres minúsculos que debemos estar en armonía total con la Naturaleza
– Vidalina Morales, Lideresa salvadoreña
Para comprender la resistencia que viven las líderes indígenas en relación a la protección de la Naturaleza y la violacion de sus derechos, es fundamental entender, o al menos tratar de entender, la mirada de las defensoras con respecto a su relación con la Tierra. Las mujeres indígenas mantienen una relación intrínseca con ella puesto que la tierra y el territorio involucran la cultura, la espiritualidad, la educación, los valores e identidades [3]. Así, la tierra no representa solo un lugar o espacio físico que alberga y produce recursos para el consumo del ser humano. Por el contrario, para los Pueblos Indígenas sus tierras, territorios y recursos, son elementos fundamentales que permiten la continuidad histórica y la plenitud de la vida, la espiritualidad y el desarrollo social, cultural, económico, político y humano, vinculado a su cosmovisión, la cual consiste en la relación profunda con la Madre Tierra [5]. La concepción de los pueblos indígenas sobre la Tierra ha significado un aporte significativo a la visión occidental arraigada en las grandes urbes, donde muchas veces resulta demasiado complejo incluir como parte de su políticas nacionales esta cosmovisión indígena.
Igualmente, los pueblos indígenas conciben la tierra como la vida misma, es su hogar y por lo tanto la defensa de la Madre Tierra no surge únicamente de la utilidad temporal que ella pueda ofrecer al hombre, sino que nace por una obligación y gratitud hacia ella [5]. Es sabido además que, todos los pueblos indígenas del mundo reverencian la energía femenina, y cada región tiene su Venus en la que está el poder y la magia sublime del cuidado de las enseñanzas de cada pueblo, quien es la guarda de todo conocimiento ancestral y quien transmite la sabiduría y el amor. Es la gestante de la vida, el medio ambiente, la familia, la comunidad, la salud, la forma de vivir, pensar, hacer y sentir. En definitiva, su participación en la vida de la comunidad siempre ha sido integral [6]. De la misma manera se concibe a la mujer dentro de sus comunidades puesto que ellas representan la vida y por ello, las defensoras ambientales tienen como misión espiritual intrínseca defender la vida, aunque ello implique poner en riesgo la suya propia.
Por último, es preciso destacar que, para los pueblos indígenas, no sólo se trata de la destrucción de los bosques, de la contaminación de los ríos, sino que se trata de algo mucho más grave: de su muerte física y espiritual como pueblos, de la muerte de sus religiones, de sus culturas, de su derecho fundamental de ser como quieren sobre la Tierra [5]. Así la lucha por la defensa de la Tierra de parte de las defensoras ambientales es mucho más profunda que eso puesto que el factor fundamental, que es espiritual está intrínsecamente conectado con los valores y principios ancestrales que guían la vida de sus comunidades indígenas. En ese sentido, las mujeres defensoras indígenas ambientales poseen la sabiduría ancestral necesaria para guiar la continuidad de la existencia de sus comunidades.
Bibliografía:
[1] Herrera, C. (s. f.). Mujeres indígenas: defensoras del medio ambiente. La Onda Verde | NRDC. Recuperado 15 de mayo de 2021, de https://www.nrdc.org/es/experts/carolina-herrera/mujeres-indigenas-defensoras-medio-ambiente-america-latina
[2] #Perú. (s. f.). Front Line Defenders. Recuperado 15 de mayo de 2021, de https://www.frontlinedefenders.org/es/location/peru
[3] Sur, F. D. M. (2020, 14 octubre). Mujeres rurales en defensa del derecho a la tierra y al territorio – Fondo de Mujeres del Sur. mujeresdelsur.org. https://www.mujeresdelsur.org/mujeres-rurales-en-defensa-del-derecho-a-la-tierra-y-al-territorio/
[4] Violencia contra las defensoras de derechos humanos ambientales: un problema vigente. (2020, 27 noviembre). SPDA Actualidad Ambiental. https://www.actualidadambiental.pe/violencia-contra-defensoras-ambientales/
[5]El significado de Tierra, Territorio desde la cosmovisión Indígena. (s. f.). Cultural Survival. Recuperado 15 de mayo de 2021, de https://www.culturalsurvival.org/news/el-significado-de-tierra-territorio-desde-la-cosmovision-indigena
[6] Ávila, M. D. N. (2018). El derecho al territorio y la espiritualidad indígena. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6859237